El cordinador de Pesca Recreativa de la región de Los Lagos acusa falta de instauración de medidas de mitigación y fiscalización de parte de Sernapesca, por la propagación del alga didymo en las principales cuencas de la zona.

Didymo es un alga proveniente del hemisferio norte de nombre científico Didymosphenia geminata, que al propagarse provoca una alteración al ecosistema de las cuencas de ríos y lagos.

La proliferación de este organismo, se inició en 2010 en el sur de Chile y Argentina, lo mantenía a la fecha con una infección de dos cuencas en la región de Los Lagos, situándose esta plaga de algas en zonas altas del río Futaleufú y en el río Puelo de Cochamó.

Según el coordinador de Pesca Recreativa regional, Ricardo Gómez, hace doce años se dio a conocer esta situación a las autoridades competentes, cuya respuesta fue nula en cuanto a trabajar en planes de mitigación en ciertos sectores posiblemente más vulnerables, por la visita de turistas y embarcaciones que transitaban por las zonas acuáticas.

Lo anterior a raíz de la advertencia realizada por un grupo de pescadores de nacionalidad española que se realizaban dicha actividad en la Patagonia Chilena, ya que recordemos que esta problemática se trató en 2004 en Nueva Zelanda.

De acuerdo a lo manifestado por el coordinador, se pueden ver en las cuencas del río Petrohué y el lago Todos Los Santos, navegar embarcaciones que provienen de sectores infectados, como el río Puelo.

Entre tanto, Sernapesca comunicó que desde noviembre a la fecha se ha intensificado la campaña de prevención de propagación de esta alga a los ríos y lagos de la zona, mediante un monitoreo constante en terreno y con la iniciativa “check, clean and dry”.

Esta idea fue importada desde la primera nación europea que logró detener el avance de esta plaga hasta el sector norte de su territorio, explicó la directora (s) de Sernapesca, Sofía Milad.

Didymo, que tiene un crecimiento exponencial con hasta 20 centímetros de grosor, se aloja sobre el lecho rocoso a orillas de las riveras y sólo puede ser removido de las vestimentas, calzado u implementos de pesca con cloro, lavalozas o sal, dejando posteriormente secar en el ambiente.