El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, volvió a ser duramente criticado este lunes por dirigentes israelíes, que lo acusan de justificar las amenazas de boicot internacional contra Israel para lograr concesiones del estado hebreo en las negociaciones con los palestinos.

Sin embargo, el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien la víspera criticó comentarios de Kerry sobre el boicot, intentó el lunes apaciguar los ánimos, afirmando que “la mejor manera de clarificar los malentendidos y de expresar opiniones diferentes es discutir sobre los temas en profundidad y no librarse a ataques personales”.

“Contamos con que Estados Unidos siga oponiéndose activamente a los boicots contra Israel”, declaró Netanyahu en el Parlamento, indicando haber recibido el domingo una “importante aclaración” de Kerry sobre su oposición al boicot de Israel.

El jefe de la diplomacia estadounidense prevé presentar en las próximas semanas sus propuestas de paz, que suscitan una profunda inquietud en la derecha israelí, lo que explicaría según los analistas estas severas críticas.

“Es lamentable constatar que la administración estadounidense no comprende la realidad de Medio Oriente y ejerce presiones en el lado equivocado en el conflicto israelo-palestino” aseguró el ministro de Defensa Interior, Gilad Erdan, cercano a Netanya

Su colega de Vivienda, Uri Ariel, un colono, acusó por su lado a Kerry, en la radio militar, de no ser “un mediador honesto cuando habla de amenaza de boicot”.

En un conferencia sobre seguridad, el sábado en Múnich, Kerry aludió a los riesgos de un boicot contra Israel si no llegan a buen puerto sus esfuerzos por conseguir un acuerdo de paz.

El movimiento internacional de boicot contra la colonización está ganado en importancia e impacto, como lo demuestra la decisión el jueves de la actriz estadounidense Scarlett Johansson de renunciar a su rol de embajadora de la ONG Oxfam, considerado “incompatible” con su promoción de la empresa israelí SodaStream, implantada en territorio palestino ocupado.

El propio Netanyahu había subrayado que los “intentos de boicot al Estado de Israel son inmorales e injustificados” y que no lograrían sus objetivos.

No es la primera vez que Kerry se gana las críticas de los ministros más derechistas de la coalición gubernamental israelí.

A mediados de enero el ministro de Defensa Moshé Yaalon, acusó al secretario de Estado norteamericano de estar “animado por una incomprensible obsesión y una especie de mesianismo”.

Estas palabras provocaron tal tensión con Estados Unidos que Moshé Yaalon tuvo que presentar disculpas, aunque sin renegar del fondo de sus palabras.

John Kerry reactivó las negociaciones israelo-palestinas en julio de 2013 tras tres años de interrupción, pero pese a sus reiterados viajes a la región no ha conseguido acercar las posiciones de los dos campos.

El Departamento de Estado rechazó el domingo las críticas. En Múnich, Kerry “aludió únicamente al boicot como una de las acciones que podrían ser tomadas por los demás, pero a la que se opone”, insistió su portavoz, Jennifer Psaki.