Generalmente por desconocimiento, muchas personas realizan comentarios algo insensibles a las personas que padecen depresión.

La mayoría de las veces, la atención es “ayudar” a sentirse mejor a quien está sufriendo, sin saber que sus palabras pueden ser más perjudiciales que beneficiosas.

En este sentido, el doctor Adam Kaplin, profesor de psiquiatría y neurología de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), indica que muchas veces es mejor actuar en lugar de hablar.

Él postula que la mayoría de las veces “es mejor no decir nada” sobretodo si tus frases apuntan a la falta de habilidades para afrontar el problema, su debilidad personal o un defecto de carácter.

Además, señala que aunque cada caso es diferente, hay algunas cosas -como las que aparecen a continuación- que debes evitar decir.

1. “Yo sé cómo te sientes”

Aunque la empatía es una gran cualidad, en algunos casos es mejor no tratar de relacionar tu experiencia personal con la del otro si no sabes realmente por lo que está pasando, dice Kaplin.

Si tuviste historial de depresión, tal vez pueda ayudar compartir tu experiencia para mostrarle al otro que no está solo, pero siempre y cuando no terminen hablando sólo de ti.

Kaplin enfatiza que cada persona experimenta la depresión de manera diferente. “Decirle a alguien que sabes por lo que pasa, invalida lo que le está pasando, por ello sólo dile ‘que debe ser difícil’, validando que está teniendo dificultades y que su sufrimiento es real”, indica el especialista.

2. “Aguanta”

Frases como “aguanta” o “sé positivo” sólo trivializan el problema, aunque no sea tu intención hacerlo. Con esto, subestimas el impacto de la depresión, sus consecuencias y lo difícil que es para la persona que lo padece.

3. “Anímate”

“La frase ‘anímate’ es como un primo cercano de ‘aguántate’”, dice Kaplin, añadiendo que decirle a alguien que sea alegre no logrará mucho, de hecho, puede hacer que se sienta peor.

Kaplin sugiere en lugar de sugerir “animarse”, trata sólo ofrecer tu presencia. “Sólo escuchar lo que esa persona está pasando y decirle algo como, ‘eso debe ser duro’”, para que sienta que das crédito a su momento difícil.

4. “Tienes que ser fuerte para tus hijos”

Tratar de consolar a alguien con depresión enrostrándole sus hijos, puede hacer que el proceso se vuelva más complicado.

Kaplin explica que mientras tú piensas que ayudas poniendo a los niños como motivación u ofreciéndote a cuidarlos, tu buena intención puede ser mal interpretada.

“La persona puede ser sensible a esto y pensar, ‘Oh, él o ella piensa que soy un padre terrible’”, dice, agregando que en su lugar, ofrece organizar una salida familiar.

“De esta manera, no estás acusando de nada, sólo estás dejándoles una elección que pueden aceptar o declinar”, indica.

5. “Todo está en tu cabeza”

Esto también minimiza lo que está pasando, porque para salir de la depresión a veces no es suficiente con cambiar la manera de pensar. El psicólogo y columnista de Psychology Today, Clifford Lazarus, explicó hace un tiempo que las acciones -no sólo los pensamientos- pueden ser claves para superar la enfermedad.

“Una de las terapias psicológicas más eficaces para la depresión se llama “Terapia Cognitiva” (TC), que tiene como objetivo aliviar la depresión cambiando pensamientos de sesgos negativos a los patrones más positivos. Irónicamente, a pesar de una amplia investigación y experiencia clínica que parecería validar la eficacia de la TC, simplemente luchar contra los pensamientos negativos y reemplazarlos con creencias más racionales, rara vez ayuda a la depresión”, señaló Lazarus en una oportunidad, añadiendo que muchas veces cambiar la manera de actuar también es necesario.

6. “Hay otros que están peor que tú”

Aunque tu intención sea lograr que la persona vea el problema con altura de miras, en la práctica tu técnica no es muy eficaz. “La clave es reconocer su sufrimiento en lugar de ser despectivo”, dice Kaplin, añadiendo que probablemente buscas que la persona se sienta mejor y piense que no está tan mal, pero no ayuda.

Si no sabes que decir, Kaplan sugiere simplemente no decir nada y estar cerca de la persona. Simplemente estar ahí ayuda, mostrarle que no está solo y que conectas con su problema.