Cuba recibió un sólido espaldarazo en la cumbre de América Latina y el Caribe, que culminó este miércoles en La Habana, a lo que se sumó el anuncio de la Unión Europea (UE) de negociar un nuevo acuerdo con la isla comunista.

Treinta gobernantes de los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) asistieron a la cumbre de La Habana; una muestra de respaldo a las reformas del presidente cubano Raúl Castro y frente a la hostil política de Estados Unidos hacia la isla, que sigue anclada en la Guerra Fría.

En contraposición, las últimas cumbres Iberoamericanas, en Cádiz (España) en 2012 y Panamá en 2013, sólo recibieron 13 y nueve mandatarios, respectivamente.

Asimismo, y por primera vez en 50 años, la Organización de Estados Americanos (OEA) estuvo presente en La Habana con su secretario general José Miguel Insulza participando en la cita. Cuba fue marginada de la OEA en 1962, organismo que integra Estados Unidos, y aunque en 2009 el organismo levantó su veto, la isla se niega a volver.

“Nunca antes, desde 1959 a la fecha, La Habana había recibido un espaldarazo regional público tan claro”, declaró a la AFP el analista Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver.

También asistió el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien se reunió con Raúl Castro, con el líder histórico Fidel Castro y otros dirigentes para hablar sobre la “detención arbitraria” de opositores. De hecho, muchos dirigentes se reunieron con Fidel e incluso difundieron por las redes sociales fotos con él.

UE abierta a Cuba

La Unión Europea (UE), que cuestionaba la política de derechos humanos cubana, anunció su disposición a negociar con Cuba acuerdos de comercio y cooperación, dijo una fuente de la UE en Bruselas.

El acuerdo “alentará el proceso de reformas y entablará un diálogo basado en el respeto de los derechos humanos”, precisó.

Esta decisión busca dejar atrás la política de presiones que adoptó la UE en los años 90, condicionando la cooperación a la situación de derechos humanos en la isla.

Llueven críticas contra EEUU

La cumbre de Celac -que excluye a Estados Unidos y Canadá- envió una señal contra la política de Washington de aislar a Cuba. Sin embargo, los analistas creen que la política de Estados Unidos hacia Cuba seguirá igual, pese al respaldo en la Celac y en Bruselas.

“Creo que no va a haber nueva información sobre las posturas de los distintos actores en la cumbre Celac que lleve a Estados Unidos a modificar su postura sobre Cuba”, dijo a la AFP el politólogo Patricio Navia, de la Universidad de Nueva York.

La cumbre le permitió también a Cuba dar nuevo aire a su histórica relación con México; el único país de América que jamás rompió relaciones con el régimen castrista.

Tras la cumbre, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, cumpliría una visita oficial de pocas horas para “relanzar” las relaciones bilaterales, que se deterioraron durante los 12 años de gobiernos de derecha en México.

Piñera se reúne con Damas de Blanco

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, se reunió este miércoles en La Habana con la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, en el único encuentro entre un mandatario con disidentes cubanos durante la cumbre.

Piñera “es un hombre muy cordial (…), un encuentro muy cordial, un hombre muy receptivo, se preocupó por la cantidad de Damas de Blanco que existimos, por las detenciones que teníamos y por cómo éramos reprimidas en toda la isla (…). Ha sido un hombre fantástico”, dijo Soler a la AFP.

Justamente este miércoles Estados Unidos animó a los líderes latinoamericanos que estaban en la cumbre de la Celac a reunirse con opositores cubanos.

Diplomáticos de Costa Rica recibieron este miércoles en su embajada al disidente Elizardo Sánchez y a otra activista.

“Costa Rica está dispuesta a escuchar”, dijo a la AFP su canciller, Enrique Castillo.

Opositores cubanos y Amnistía Internacional han denunciado una ola de arrestos en los últimos días en la isla, en el marco de la cumbre. Al cierre de la cumbre, la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, asumió la presidencia pro témpore de Celac.

“Zona de paz”

En el acuerdo más simbólico de la Cumbre, Castro proclamó como “zona de paz” a América Latina y el Caribe, una región donde perviven muchas disputas fronterizas.

Los 33 países asumieron “el compromiso permanente con la solución pacífica de controversias a fin de desterrar para siempre el uso de y la amenaza de la fuerza en la región”, dijo Castro.

El espíritu quedó reflejado este miércoles en la cumbre, cuando los presidentes de Chile, Sebastián Piñera, y Perú, Ollanta Humala, estrecharon sus manos y anunciaron conjuntamente que van a implementar a la brevedad, pero de manera “gradual”, un fallo de la Corte de La Haya que favoreció a Lima en un litigio de límites marítimos.

“Hemos aprovechado conversar y mantener nuestra posición de cumplir el fallo en los plazos más breves y en forma gradual”, dijo Humala a la prensa acompañado de Piñera, quien destacó que los dos países “nos comprometimos a cumplir y hacer cumplir el fallo de La Haya”.

También asistió a la cumbre el presidente colombiano Juan Manuel Santos cuyo gobierno negocia en La Habana un acuerdo de paz con la guerrilla comunista FARC.