La Celac proclamó este miércoles a América Latina y el Caribe como “zona de paz” y los 33 países del bloque anunciaron que renuncian al uso de la fuerza para resolver disputas con sus vecinos, en la cumbre de La Habana.

“Proclamo solemnemente a América Latina y el Caribe como zona de paz”, dijo el presidente cubano, Raúl Castro, en un plenario en presencia de 30 mandatarios de los 33 países del bloque.

La clausura de la II cumbre de la Celac está prevista para las 14:00 locales (16:00 en Chile), en un plenario en el que los países suscribirán una declaración y la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, recibirá el timón del bloque de manos del anfitrión Raúl Castro.

La proclamación de “zona de paz” es el acuerdo más simbólico de los adoptados por los mandatarios en la cumbre de dos días de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en una región donde muchos países tienen conflictos limítrofes con sus vecinos.

Los 33 países asumieron “el compromiso permanente con la solución pacífica de controversias a fin de desterrar para siempre el uso de y la amenaza de la fuerza en la región”, dijo Castro.

Los presidentes de Perú, Ollanta Humala, y Chile, Sebastián Piñera, junto a la mandataria electa Michelle Bachelet, deben reunirse en su primer encuentro tras el histórico fallo dictado el lunes por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en el litigio por límites marítimos.

Chinchilla quiere encarar cambio climático

Chinchilla pronunciará un discurso en el que llamará a encarar el cambio climático y delineará los desafíos de esta región de 600 millones de habitantes, parte de los cuales viven en la pobreza y la inseguridad.

“El cambio climático y su devastador impacto, especialmente sobre los pequeños estados insulares del Caribe, es un asunto de subsistencia”, advirtió la mandataria al plenario, el martes.

El canciller de Costa Rica, Enrique Castillo, explicó que ya comenzó “la preparación para alojar más de 30 reuniones ministeriales y de alto nivel durante todo el año 2014″, de cara a la III cumbre de Celac, en enero de 2015 en ese país.

Sin embargo, esa cumbre no será encabezada por Chinchilla, pues en mayo entregará el gobierno al ganador de las elecciones costarricenses de este domingo.

Será la primera vez que un país centroamericano conduce este bloque -que excluye a Estados Unidos y Canadá- creado en Caracas en 2011 bajo el impulso del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, quien recibió un homenaje de los mandatarios en La Habana.

Antes que Cuba, Chile tuvo la primera presidencia de la Celac.

Diferencias y encuentros

En el cierre de la cita, Ecuador se integrará al cuarteto de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que quedará conformado además por Cuba, Costa Rica y Trinidad y Tobago.

Luego de la clausura de la cumbre, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, cumplirá una visita oficial de seis horas a la isla, durante la cual pretende “relanzar” las relaciones con Cuba, que se deterioraron durante los 12 años de gobiernos de derecha en México.

Algunos puntos de la declaración final (más de 80 en total) causaron ásperos intercambios en los plenarios a puertas cerradas-, pero ningún país abandonó la sala, una señal de que en La Habana prevaleció la unidad a pesar de las diferencias políticas.

El martes hubo un tenso debate entre los presidentes de Haití, Michel Martelly, y de República Dominicana, Danilo Medina, en la única sesión a puertas cerradas de la cumbre. Ambos países, que comparte una isla, tienen roces por temas migratorios.

El sábado hubo otro roce en una sesión previa a la presidencial, entre Cuba y Panamá, por una declaración sobre Chávez, y el domingo por una propuesta venezolana sobre Puerto Rico, Estado Libre Asociado de Estados Unidos.

En una señal del espíritu de unidad en la Celac, el presidente de Guatemala, Otto Pérez, un general de derecha que combatió a la guerrilla izquierdista en la guerra civil (1960-1996), agradeció la cooperación de Cuba en programas sociales en su país.

Pérez era muy crítico, antes de llegar al gobierno en 2012, de los lazos de su antecesor socialdemócrata Álvaro Colom con La Habana.

Durante la cumbre se desarrollaron varios encuentros bilaterales, entre ellos de la brasileña Dilma Rousseff y Peña Nieto, los gobernantes de las mayores economías de la región.

Por su parte, la mandataria argentina tuvo un encuentro con su par uruguayo, José Mujica, con quien desde hace tiempo enfrenta tensiones.

Esta es la reunión de mayor realce que preside Raúl Castro, quien ha dado ciertos pasos de liberalización económica tras sustituir en el mando a su hermano enfermo Fidel en 2006, aunque ha descartado una apertura política.

Opositores cubanos y Amnistía Internacional han denunciado una ola de arrestos en los últimos días, en el marco de la cumbre.

PROCLAMA DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE COMO ZONA DE PAZ

(ORIGINAL FIRMADO POR LAS JEFAS Y JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO DE LA COMUNIDAD DE ESTADOS LATINOAMERICANOS Y CARIBEÑOS)

Las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), reunidos en La Habana, Cuba, los días 28 y 29 de enero de 2014 en la II Cumbre, en nombre de sus pueblos e interpretando fielmente sus anhelos y aspiraciones,

Ratificando el compromiso de sus países con los Propósitos y Principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, y conscientes de que la prosperidad y estabilidad de la región contribuyen a la paz y seguridad internacionales,

Conscientes de que la paz es un bien supremo y anhelo legítimo de todos los pueblos y que su preservación es un elemento sustancial de la integración de América Latina y el Caribe y un principio y valor común de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC),

Reafirmando que la integración fortalece la visión de un orden internacional justo, afirmado en el derecho y en una cultura de paz que excluye el uso de la fuerza y los medios no-legítimos de defensa, entre ellos las armas de destrucción masiva y, en particular, las armas nucleares,

Destacando la relevancia del Tratado de Tlatelolco para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe que estableció la primera zona libre de armas nucleares, en un área densamente poblada, siendo este una contribución a la paz y la seguridad regional e internacional,

Reiterando la urgente necesidad del Desarme Nuclear General y Completo, así como el compromiso con la Agenda Estratégica del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (OPANAL), adoptada por los 33 Estados miembros del Organismo, en la Conferencia General de Buenos Aires en agosto de 2013.

Recordando los principios de paz, democracia, desarrollo y libertad que inspiran las actuaciones de los países miembros del SICA,

Recordando la decisión de las Jefas y Jefes de Estado de UNASUR de fortalecer a Suramérica como Zona de Paz y Cooperación,

Recordando el establecimiento, en 1986, de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur,

Recordando también nuestro compromiso, acordado en la Declaración de la Cumbre de la Unidad de la América Latina y el Caribe, el 23 de febrero de 2010, de promover la implementación de mecanismos propios de solución pacífica de controversias,

Reiterandonuestro compromiso de que en América Latina y el Caribe se consolide una Zona de Paz, en la cual las diferencias entre las naciones se resuelvan de forma pacífica, por la vía del diálogo y la negociación u otras formas de solución, y en plena consonancia con el Derecho Internacional,

Conscientestambién del catastrófico impacto global humanitario y a largo plazo del uso de las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva, y de las discusiones en curso sobre este tema,

Declaramos:

1. América Latina y el Caribe como Zona de Paz basada en el respeto de los principios y normas del Derecho Internacional, incluyendo los instrumentos internacionales de los que los Estados miembros son parte, y los Principios y Propósitos de la Carta de las Naciones Unidas;

2. Nuestro compromiso permanente con la solución pacífica de controversias a fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza del uso de la fuerza de nuestra región;

3. El compromiso de los Estados de la región con el estricto cumplimiento de su obligación de no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro Estado y observar los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos;

4. El compromiso de los pueblos de América Latina y el Caribe de fomentar las relaciones de amistad y de cooperación entre sí y con otras naciones, independientemente de las diferencias existentes entre sus sistemas políticos, económicos y sociales o sus niveles de desarrollo; de practicar la tolerancia y convivir en paz como buenos vecinos;

5. El compromiso de los Estados de la América Latina y el Caribe de respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones;

6. La promoción en la región de una cultura de paz basada, entre otros, en los principios de la Declaración sobre Cultura de Paz de las Naciones Unidas.

7. El compromiso de los Estados de la región de guiarse por la presente Declaración en su comportamiento internacional;

8. El compromiso de los Estados de la región de continuar promoviendo el desarme nuclear como objetivo prioritario y contribuir con el desarme general y completo, para propiciar el fortalecimiento de la confianza entre las naciones.

Instamos a todos los Estados miembros de la Comunidad Internacional a respetar plenamente esta Declaración en sus relaciones con los Estados miembros de la CELAC.