El cineasta chileno Pablo Rivas, de 32 años, obtuvo el domingo el primer premio del III del festival de cortometrajes “Projet Masterclass 24 H Le Défi (El Desafío)”, que tiene lugar en París.

Su cortometraje “Chien de rue” (Perro Callejero) fue elegido entre otros 23, todos de gran factura técnica.

La particularidad de este encuentro es que los equipos participantes se presentan un día antes en la sede del festival, el restaurante El Sur del Barrio Latino de la capital francesa, donde reciben consignas.

La principal es regresar 24 horas después con un corto en formato video-HD, realizado y montado, con duración máxima de 5 minutos.

“Se trata de una historia que aborda desde una perspectiva fantástica cómo enfrenta un pintor la llegada a su ámbito de una mujer desconocida, que representa la libertad. El artista, encerrado en su mundo, experimenta de golpe la necesidad de abrirse a esa nueva realidad”, dijo Rivas a la AFP.

Además del tiempo acotado, los concursantes debían respetar otra pauta obligatoria, que les era desconocida, esta vez fue integrar conceptual o tangencialmente las palabras “libertad”, “sueños” y la frase “perdí el llavero” en sus obras.

“No lo esperaba. Es la primera vez que gano un premio. Es algo extraño… “, manifestó Rivas al recibir un pequeño trozo de un meteorito caído en el desierto del Sahara en 2000, de manos del también realizador, el colombiano Camilo Pinilla, alma mater del festival.

La primera gran sorpresa este año fue que de 26 equipos que se presentaron, uno llegado especialmente desde Argentina, otro desde Holanda y un tercero que participó “on-line” desde Montréal (Canadá), fue que 23 concretaron la maratónica tarea.

La otra fue que la primera mención del jurado, integrado entre otros por el argentino Guillermo Fernández y el uruguayo Gonzalo Arijón, fue otorgada a “Somniatis”, realizado por chicos de entre 12 y 15 años. En éste transitan con frescura y naturalidad, pero también maestría, entre la realidad y lo onírico del mundo preadolescente.

“Lo importante de este festival es que nos brinda la posibilidad de apoyar y estimular a jóvenes creativos. Para muchos se trata de realizar su ‘ópera prima’, y en este contexto pueden lograrlo sin grandes dificultades, con el reto de respetar las consignas” , comentó a la AFP el chileno Óscar Naranjo, uno de los propietarios de El Sur, al referirse a esta muestra que genera utopía.