La creencia de que el olfato sería el sentido menos desarrollado por los humanos está a punto de ser rebatida. Esto, luego que científicos del centro de investigación de Química Sensorial Monell, demostraran que la nariz tiene la capacidad de diferenciar cuánta grasa tiene incluido un alimento.

El estudio fue aplicado en 100 personas, quienes tuvieron que olfatear el aroma de un grupo de muestras de leche. De esta manera debían indicar la proporción de grasa que contenía cada una de ellas. Así se concluyó que los seres humanos pueden captar niveles muy sutiles de grasa en la leche, aún cuando se agregan aromas artificiales.

Esto explicaría que el hombre aprendió a distinguir desde los primeros años de la humanidad los niveles de calorías de cada alimento y así pudo sobrevivir, consignó La Tercera.

Los científicos explicaron que aún queda por descubrir qué moléculas de grasa son las que activan el olfato para este caso.