Alta expectativa ha generado el emparejamiento por los octavos de final de la Liga de Campeones de Europa entre Manchester City y Barcelona, el cual asoma como uno de los duelos estelares de esta fase del torneo.

Por lo anterior, mucho se ha analizado respecto a las opciones de uno y otro equipo de seguir adelante en la competencia más importante del Viejo Continente, basándose en las características de los elencos y su potencial. Pero este fin de semana apareció un nuevo factor a considerar, luego del triunfo de los Citizens ante Watford por la cuarta ronda de la Copa FA inglesa.

Es que, al firmar su avance a la siguiente ronda de la competencia, el sorteo determinó que los dirigidos por el entrenador chileno Manuel Pellegrini se enfrentarán ante el duro Chelsea de José Mourinho, lo que anticipa un importante desafío, más considerando que el duelo se disputará el fin de semana del 15 y 16 de febrero, pocos días antes del juego de ida de los celestes ante Barcelona, que está fijado para el martes 18.

Este cambio en el calendario obligará a Pellegrini a tomar una decisión respecto a la forma en que enfrentará esos duelos, ya que un rival de la categoría de los dirigidos por Mourinho exige disponer de una oncena fuerte si quieren seguir adelante en la FA, pero eso implicaría un desgaste físico a pocos días del enfrentamiento ante Barcelona. Sin dudas, una determinación difícil.