Un incendio que se desató la madrugada del jueves en una residencia de ancianos de Isle Verte (Quebec, este de Canadá) dejó tres muertos, pero este primer balance podría incrementarse considerablemente ya que 30 personas siguen desaparecidas.

El fuego se desató poco después de medianoche en la residencia Havre, y rápidamente se propagó por todo el edificio, atizado por los fuertes vientos que soplan en la región, indicaron los servicios de rescate.

La residencia albergaba a más de 50 ancianos, sin contar al personal a su cargo.

Las autoridades de Quebec indicaron a primera hora de la mañana que el incendio dejó tres muertos, mientras que fuentes policiales advirtieron que “30 personas están desaparecidas”.

“No quiere decir que las 30 personas faltantes hayan forzosamente perdido la vida”, aclaró Ann Mathieu, de los servicios de rescate de Quebec, en rueda de prensa.

Algunos de los residentes podrían haber estado con sus familias o podrían haber buscado refugio con allegados durante la noche, explicó Mathieu.

LLegada la fría noche en Quebec, los bomberos canadienses seguían rastreando esperanzados entre las cenizas y restos incinerados del asilo en busca de posibles sobrevivientes.

Sin embargo, la búsqueda y una investigación sobre la causa del incendio se vieron obstaculizados por una capa de casi medio metro de hielo que cubre lo que queda del asilo siniestrado, después que el agua utilizada para apagar el fuego se congeló

Las autoridades dijeron que 23 personas fueron evacuadas de una tercera parte del edificio. Trece de ellas resultaron heridas, una de gravedad, y fueron atendidas en hospitales cercanos.

Además, dos bomberos también resultaron heridos.

“Es una tragedia para la comunidad y se puede pensar que el balance corre el riesgo de aumentar”, dijo Gaetan Lelievre, ministro quebequense, a la cadena de televisión Radio-Canada.

Imágenes difundidas por los medios locales mostraron el edificio consumido en buena medida por las llamas. Una farmacia y un centro local de servicios comunitarios que servían a la residencia fueron igualmente destruidos.

“Podíamos oír gritos desde el interior. El fuego era intenso, era como un pajar en llamas”, dijo en francés a la emisora pública Radio-Canadá, Pascal Fillion, un vecino de la residencia que presenció el siniestro.

Otro testigo narró que su abuela “llamó a su hijo para que la rescatara, pero no lo consiguió. Intentó salvarla con una escalera, pero ella murió en un corredor”, declaró, visiblemente emocionado.

“El peor escenario”

Vientos de 60 a 70 km/h soplaban en toda la región, azotada por una fuerte tormenta y temperaturas de -20 grados centígrados, complicaban los trabajos de rescate.

“Nuestros pensamientos y oraciones están con los heridos, con las familias y amigos de los desaparecidos en este horrible incendio”, escribió en su cuenta de Twitter el primer ministro canadiense, Stephen Harper, quien se encuentra de visita oficial en Medio Oriente.

Desde el foro de Davos (Suiza), la primera ministra de Quebec, Pauline Marois, dijo estar “profundamente entristecida por este suceso”, al tiempo que ofreció toda la ayuda necesaria a las familias y la comunidad de Isle Verte, una localidad de unos 1.400 habitantes a orillas del río San Lorenzo, y ubicada 230 km al este de Québec.

“Es un drama humano”, declaró Michel Lagacé, prefecto de la municipalidad regional de Rivière-du-Loup, al hablar del “peor escenario”, con un incendio en plena noche en una residencia para personas mayores y un personal reducido.