Medio centenar de personas protestó este miércoles frente a la embajada de España en Panamá acusando de “piratería” a la empresa española Sacyr, cabeza del consorcio que amenazó con parar las obras de ampliación del canal por falta de liquidez.

Cargados con espejitos, banderas panameñas, pancartas y hasta un gorro de explorador, las personas se manifestaron de manera pacífica durante una hora en el parque Porras de la capital panameña, frente a la sede diplomática.

“Rechazamos las extorsiones y chantajes de Sacyr y Grupo Unidos por el Canal”, dijo a la AFP el organizador de la protesta, el catedrático en derecho Miguel Antonio Bernal.

El consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr, amenazó el pasado 30 de diciembre con parar las obras del canal de Panamá si no se le reconocían unos sobrecostos por 1.600 millones de dólares.

“Uno no puede esperar otra cosa que actos de piratería por parte de estos piratas modernos”, añadió Bernal, entre gritos de “Sacyr te tienes que ir” y “Viva la dignidad nacional” por parte de los manifestantes.

También se pudieron leer pancartas con lemas como “España: No más espejitos, saca tus manos del Canal”, “No somos indios ni pendejos” o “No aceptamos ni chantajes ni presiones”, en una protesta vigilada de cerca por una veintena de policías.

“Piensan que todavía cambiamos nuestros preciados bienes por espejitos”, como hacían los españoles durante la colonia al cambiar oro por espejos con los indígenas, aseguró a la AFP Maritza Fernández.

El martes, GUPC y la autoridad canalera anunciaron que seguirán las negociaciones para poner fin a un conflicto que amenaza con parar la construcción de un tercer juego de esclusas para el canal, la parte más costosa del proyecto.

Sin embargo, el gobierno de Panamá ha advertido que cualquier arreglo debe darse en los términos del contrato original, fijado en 3.200 millones de dólares, de un total de 5.200 millones de dólares en que se estimó el costo original de la obra.