Irán participará de la conferencia de paz de Ginebra II sobre Siria a partir del miércoles, anunció este domingo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lo cual permitirá a todos los actores claves vinculados al conflicto estar presentes en las negociaciones.

Irán, principal aliado regional de Damasco, se ha comprometido a desempeñar un “papel positivo y constructivo” para poner fin al conflicto sirio, explicó Ban, quien cursó esta invitación luego de mantener intensas conversaciones con el jefe de la diplomacia iraní Mohammad Javad Zarif.

Esta invitación significa que todos los países clave vinculados al conflicto estarán presentes el miércoles en Montreux (Suiza) en la apertura de la conferencia.

Las discusiones entre el gobierno del presidente Bashar al Asad y la oposición, que aceptó el sábado en Estambul participar de la conferencia tras semanas de indecisión y bajo presiones occidentales y árabes, deben de comenzar el viernes en Ginebra.

“El ministro Zarif y yo mismo consentimos en que el objetivo de las negociaciones es establecer, por mutuo consentimiento, un gobierno de transición que disponga de la plenitud del poder ejecutivo”, indicó Ban. “Es sobre esa base que Zarif se comprometió a que Irán juegue un papel positivo y constructivo en Montreux”, precisó.

Estados Unidos y las potencias occidentales se habían opuesto a la participación de Irán mientras no aceptara los términos de un comunicado adoptado en Ginebra el 30 de junio de 2012 llamando a establecer un gobierno de transición en Siria.

Ban precisó que los otros países invitados serían Australia, Bahrein, Bélgica, Grecia, Luxemburgo, México, Holanda, Corea del Sur y el Vaticano.

Los objetivos del gobierno y de la oposición siria parecen sin embargo ser irreconciliables con los opositores insistiendo en que su finalidad es desembarazarse de Asad.

El régimen de Asad ha dicho en reiteradas oportunidades que no piensa “en entregar el poder a quien quiera que sea” durante las conversaciones de Ginebra II.

Ambas partes llegarán pues con objetivos diametralmente opuestos a esta cita diplomática lanzada por iniciativa de Estados Unidos y Rusia con el fin de encontrar una solución política a este conflicto que ha dejado más de 130.000 muertos en casi tres años.