Música a alto volumen, bocinas, timbres, silbidos, zumbidos, alarmas, sonidos de neumáticos. Quienes viven en ciudades saben que el ruido es algo con lo que tienen que lidiar a diario.

¿Pero qué efecto tiene éstos en nuestra salud? La psicóloga e investigadora del ruido ambiental de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, Arline Bronzaft, dice que el ruido está en el oído del espectador.

Con esto se refiere a que “mientras que el oído capta las ondas de sonido y las envía al lóbulo temporal para la interpretación, son los sentidos superiores del cerebro que determinan si ese sonido es no deseado, desagradable o perturbador”.

En este contexto, elaboró una lista con las formas en que el ruido puede afectar nuestra salud.

1. El ruido puede afectar las habilidades de aprendizaje de los niños

Un estudio realizado por la psicóloga Arline L. Bronzaft, determinó que los niños que fueron asignados a una sala que daba hacia la calle en el colegio, se retrasaron casi un año en sus estudios, en comparación con los pequeños que estudiaban en una parte “tranquila” del recinto.

Esto ocurrió probablemente porque el ruido era perjudicial para el profesor. La investigadora dijo que los docentes enseñan un 11% menos en aulas ruidosas.

Con el fin de probar la conexión aprendizaje-ruido, Bronzaft regresó a la escuela después de que los trabajadores del transporte agregaran dispositivos para mitigar el sonido y las autoridades escolares pusieran paneles aislantes que absorben el ruido. La profesional demostró que los niveles de lectura se habían igualado entre los dos grupos.

Otro estudio publicado por la American Psychological Association, encontró una relación entre retrasos académicos y de desarrollo con el ruido crónico de las trayectorias de vuelo cercanas, vías férreas y carreteras.

Asimismo, los niños que viven cerca de ruido de transporte son más propensos a les vaya mal en pruebas de lenguaje, tener menores habilidades cognitivas y puntuaciones de lectura más bajas.

2. Te hace menos productivo en el trabajo

Un artículo publicado en The New Yorker señala que el 70% de las oficinas son espacios abiertos, lo que no sólo favorece la propagación de enfermedades, sino que también hace que se genere más ruido y baje la productividad.

La mezcla de sonidos inhibe las capacidades de los empleados para recordar información y realizar tareas básicas, como un cálculo matemático simple. Y es que más que simples distracciones, el ruido de una oficina abierta provoca estrés real.

Un estudio realizado por Evans y Johnson, simuló el ruido de una oficina abierta en un experimento donde participaron mujeres profesionales, mientras otro grupo trabajó en paz. Tras la prueba, los investigadores encontraron que los niveles de adrenalina de las trabajadoras expuestas a más sonido eran más altos. Esto significa que el ruido les generó un cierto estímulo de respuesta de “defensa o huida”.

Tras exponerse al ruido, se les pidió a las participantes que completasen una serie de rompecabezas sin solución. Las del grupo “estresado” hicieron menos intentos para resolverlo, lo que indica menor motivación.

3. Un vecindario ruidoso podría incluso matarte

La exposición crónica al ruido del barrio, especialmente si se habita en un lugar expuesto a sonidos de aterrizajes de avión, línea ferroviaria o mucho tráfico vehicular, puede conducir a una mayor presión arterial y aumento del riesgo de ataque al corazón, según un informe de la Organización Mundial de la Salud.

4. Escuchar música no siempre es bueno paras “tapar” los sonidos molestos

Con el fin de “tapar” el ruido excesivo o molesto, algunas personas ponen música. Pero si bien la música estimula el estado de ánimo y puede hacerte sentir más alerta, también puede afectar tu capacidad para recordar información. De hecho, escuchar música que no te gusta es mejor para la memoria, de acuerdo a un estudio realizado por los investigadores Nick Perham y Martinne Sykora.