La Corte Suprema de Estados Unidos se negó el miércoles a examinar una apelación que buscaba evitar que la empresa Monsanto demande a los agricultores que cultivaron inadvertidamente plantas contaminadas por semillas genéticamente modificadas del gigante del agronegocio.

Es la segunda vez que el máximo tribunal de justicia estadounidense se puso del lado de Monsanto en su lucha contra los agricultores sobre los derechos de uso de semillas patentadas, después de un fallo a su favor en un caso de mayo de 2013, que implicaba a un granjero de Indiana.

En este último caso, la Asociación de Productores de Semillas orgánicas y Comercio (OSGATA, por sus siglas en inglés) había pedido que Monsanto se comprometiera a no demandar a los agricultores si inadvertidamente éstos cultivaron plantas con trazas de semillas genéticamente modificadas patentadas por esta multinacional.

Al rechazar la demanda sin comentarios, la Corte Suprema mantiene un fallo de un tribunal federal de apelaciones, que sostuvo que la demanda de OSGATA era injustificada porque Monsanto ya había dado garantías vinculantes de que no demandaría a los agricultores cuando sólo hubiera trazas de su semilla modificada genéticamente.

Monsanto había argumentado que acceder a la petición de los productores orgánicos permitiría a los agricultores violar intencionalmente sus patentes.

La compañía ha presentado más de 100 demandas judiciales en Estados Unidos en contra de distintos agricultores, alegando que éstos sembraron sus semillas sin pagar regalías.