Activistas surcoreanos lanzaron el miércoles hacia el otro lado de la frontera medio millón de octavillas y lápices de memoria USB llenas de información sobre las violaciones de derechos humanos en Corea del Norte, constató la AFP

Desde la ciudad de Paju también enviaron en globos por encima de esta frontera ultrasegura, la última de la Guerra Fría, 50 transistores miniatura, DVDs y billetes de un dólar estadounidenses.

“Hay claramente en Corea del Norte una enorme sed de información externa”, afirmó Thor Halvorssen, presidente de la ONG estadounidense Human Rights Foundation.

Cada uno de los 1.500 lápices USB enviados a Corea del Norte contiene artículos en coreano de la enciclopedia participativa online Wikipedia.

Aunque los norcoreanos viven sin duda en el país más aislado del mundo, éste no es un desierto total en materia de tecnologías de la información.

Existe una red intranet interna desde 2002, algunas agencias gubernamentales tienen su propia web y en 2008 se introdujeron los teléfonos móviles a través de una empresa conjunta con la egipcia Orascom.

El desarrollo económico en Corea del Norte sólo está autorizado si no amenaza al régimen comunista, en el que el poder se transmite de padre a hijo desde hace tres generaciones.

El 95% de la población no tiene ni teléfono móvil ni internet.

Pero las fronteras ya no son tan herméticas como antes. Móviles chinos introducidos de contrabando permiten telefonear al extranjero. Los DVDs, MP3 y lápices USB, introducidos también ilegalmente son otras ventanas abiertas al exterior.

Esta última operación de soltar globos fue organizada por un grupo de refugiados norcoreanos particularmente activos.

Tiene el objetivo de “mostrar a los norcoreanos la brutalidad de [su dirigente] Kim Jong-Un” y animarles a “sublevarse y acabar con la dictadura”, explicó su jefe, Park Sang-Hak.