El Abierto de tenis de Australia vivió hoy un día extremo, con 42,2 grados como temperatura máxima de una jornada a la que seguirán otras tanto o más calurosas aún.

“Lo de hoy fue irresponsable y peligroso”, criticó el canadiense Frank Dancevic, que se desmayó brevemente durante su derrota de 7-6 (14-12), 6-3 y 6-4 ante el francés Benoit Paire.

“No lo van a cambiar hasta que alguien muera”, dramatizó el jugador, uno de los más afectados en un día infernal en Melbourne Park.

“Había que buscar la forma de sobrevivir”, dijo sobre lo mismo el argentino Juan Martín del Potro, que sufrió claramente en el 6-7 (1-7), 6-3, 6-4 y 6-4 sobre el estadounidense Rhyne Williams.

De hecho, durante el partido de Del Potro la temperatura marcó el máximo del día, 42,2 grados a las 17:45.

Pero uno de los más afectados por el calor fue el estadounidense John Isner, décimo tercer favorito, que abandonó cuando perdía 6-2 y 7-6 (8-6).

Melbourne fue ‘un horno’ desde las primeras horas de un martes a pleno sol que contempla 64 partidos sobre el ardiente cemento del primer Grand Slam de la temporada.

“Será uno de los inicios más calurosos en la historia del Abierto”, destacó ya un meteorólogo el domingo en el diario “The Sydney Morning Herald”, aunque Richard Carlyon, veterano meteorólogo australiano, aseguró que no se quebrará el récorde de 1908, con cinco días consecutivos a más de 40 grados, ni tampoco se alcanzarán los 45,8 de 1939.

Eso sí, desde la organización indicaron que el torneo tiene contemplado aplicar el reglamento de “calor extremo” si fuera necesario.

Esto es, según las reglas en vigencia en el Grand Slam australiano, que el árbitro general de la competencia puede decidir que ningún partido se inicie en las canchas exteriores a las dos principales (que cuentan con techo corredizo y aire acondicionado). Sin embargo, los duelos ya iniciados deberán completar el set que se esté disputando y una vez llegados a ese punto, los partidos serán suspendidos.

En los dos estadios principales, si un partido comenzó a disputarse al aire libre, el choque continuará en esas condiciones hasta que finalice el set en disputa. Una vez finalizado ese set, el árbitro decidirá si se cierra al techo.