El papa Francisco envió este lunes una carta a los nuevos cardenales designados el pasado domingo, entre los que se encuentra el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezatti, donde invitó a reflexionar sobre el nuevo título que adquirieron tras la Misa del Ángelus.

El líder de la Iglesia Católica comenzó llamando a los religiosos a que lo ayuden “con fraterna eficacia en mi servicio a la Iglesia universal”. A su vez, les recordó que “el cardenalato no significa una promoción, ni un honor, ni una condecoración; es simplemente un servicio que exige ampliar la vista y agrandar el corazón”.

Consciente de la alegría y gozo que puede significar la elección -que se oficializará el 22 de febrero próximo-, Francisco instó a recibir la noticia alejado “de cualquier expresión mundana, de cualquier celebración ajena al espíritu evangélico de austeridad, sobriedad y pobreza”.

La carta, dada a conocer por el Vatican Information Service, agrega que ser cardenal es “poder observar más lejos y amar más universalmente con mayor intensidad, se pueden obtener sólo siguiendo el camino del Señor: el camino de la humildad, convirtiéndose en siervo”.

La designación de Ricardo Ezzati fue criticado por algunos sectores por haber “encubrido” situaciones de abusos dentro de la Iglesia. Ante esto, el pastor de Santiago tuvo que responder, aunque sin entrar en polémicas.

Además de Ezatti, fueron designados el arzobispo de Managua (Nicaragua), Leopoldo José Brenes Solórzano; el de Río de Janeiro (Brasil), Orani João Tempesta; el de Les Cayes (Haití), Chibly Langlois; el arzobispo de Buenos Aires (Argentina), Mario Aurelio Poli; el arzobispo de Ouagadougou (Burkina Faso), Philippe Nakellentuba Ouédraogo; de Cotabato (Filipinas), Orlando Quevedo; y de Abiyán (Costa de Marfil), Jean-Pierre Kutwa, y otros cinco más de forma emérita.