La presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos rurales de Los Ángeles sostuvo que “el progreso viene de la mano del sufrimiento para los campesinos” quienes se ven afectados por la falta de agua, ya que a su juicio, sólo se respetan los derechos de las grandes empresas. Mientras, el alcalde de Antuco aseguró que el Lago Laja está “agónico y moribundo”.

La dirigenta, Gladys Sotomayor, quien representa a 74 asociados, indicó que se unieron al comité de defensa del cuerpo lacustre porque sólo queda hacer fuerza para ser escuchados por las autoridades, ya que el escenario a futuro es incierto, puesto que no se sabe cuánto lloverá el próximo invierno.

A su parecer, falta conciencia respecto a la explotación de la cuenca Laja, ya que no ha habido respeto por parte de las empresas hacia los más pequeños, que en este caso son los agricultores que tienen cultivos de subsistencia aguas abajo.

Sotomayor agregó que el problema es grave, porque falta agua incluso para el consumo humano y se prevé también un problema alimentario al escasear, por falta de riego, los productos del campo.

Aunque no se oponen a la generación eléctrica, la dirigenta aseveró que el progreso ha venido de la mano del sufrimiento para los campesinos.

Por su parte el alcalde de Antuco, Claudio Solar, sostuvo que el Lago Laja está agónico y moribundo, lo que hace peligrar 135 mil hectáreas de riego, el desarrollo del turismo y la identidad de su comuna, por lo que aseguró, seguirán dando la pelea ante la justicia para impedir que las aguas del cuerpo lacustre pasen por la central El Toro.

Recordemos que en su paso por Los Ángeles, Sebastián Piñera se comprometió a revisar el convenio de 1958 antes de que termine su mandato, a petición de quienes hacen uso del lago.