El presidente de la República Centroafricana, Michel Djotodia, acusado de falta de firmeza ante la violencia interreligiosa en su país, dimitió el viernes en Yamena bajo presión de los dirigentes de África central que lo habían convocado para una cumbre.

También dimitió su primer ministro, Nicolas Tiangaye, con el que Djotodia mantenía una relación pésima que dificultó la acción de las autoridades para poner fin a las matanzas de las últimas semanas en el país.

Los dirigentes de la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC), reunidos en cumbre desde el jueves por iniciativa del jefe del Estado chadiano Idriss Déby Itno, “tomaron nota de la dimisión” del presidente y del primer ministro centroafricanos, según el comunicado final de la cumbre leído en sesión plenaria.

Poco después, a primeras horas de la tarde, al menos cuatro tanques franceses de tipo Sagaie tomaron posiciones cerca del palacio presidencial de Bangui, constató la AFP.

El campamento De Roux, donde se encuentra la guardia de Djotodia desde el comienzo de la operación francesa en el país el 5 de diciembre, se encuentra cerca del palacio presidencial.

El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, estimó este viernes que Djotodia debe ser sustituido “cuanto antes” porque “el objetivo” es celebrar elecciones antes de que termine el año.

La República Centroafricana está sumida en el caos desde que en marzo una coalición rebelde de mayoría musulmana, los Seleka, derrocó al presidente François Bozizé. La violencia tomó un cariz confesional entre cristianos (el 80% de la población) y musulmanes.

Para evitar las masacres casi cotidianas la ONU autorizó el despliegue de 3.700 efectivos de la MISCA, mientras que Francia, la expotencia colonial en el país, desplegó un contingente de 1.600 hombres entre la capital y diferentes regiones.