India pidió el viernes a Estados Unidos que retire a un diplomático de su embajada en Delhi, intensificando la disputa entre ambos países, tras ser repatriada la diplomática india que fue arrestada en Nueva York hace un mes.

Las relaciones entre ambos países están en crisis desde que Devyani Khobragade, cónsul general adjunta en Nueva York, fue arrestada el 12 de diciembre y permaneció detenida durante 48 horas.

Khobragade abandonó Estados Unidos tras ser inculpada formalmente el jueves por la justicia estadounidense, había anunciado previamente, también este viernes, el ministerio de Relaciones Exteriores de India.

Posteriormente, un alto funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores indio afirmó que Nueva Delhi pidió a Estados Unidos que retire a un diplomático de “rango similar” al de Khobragade.

“Se piensa que esta persona está involucrada (…) en el procedimiento”, agregó, sin brindar mayores precisiones.

La justicia norteamericana acusa a Khobragade de haber pagado insuficientemente a su empleada doméstica india y de haber mentido y presentado documentos falsos para que ésta pudiera obtener una visa de trabajo.

El tratamiento sufrido por la cónsul, arrestada cuando dejaba a sus hijos en la escuela y registrada incluso en sus “cavidades corporales”, desencadenó la cólera de las autoridades indias.

Según indicó el viernes un portavoz de la cancillería india, “Devyani Khobragade obtuvo de Estados Unidos una visa G1 que le otorga una inmunidad diplomática total. India la está repatriando. Ahora se encuentra en el avión”, agregó.

La cónsul había sido inculpada pocas horas antes por un gran jurado de fraude de visa y declaración falsa.

Khobragade fue considerada en su país como la víctima de un tratamiento humillante por parte de la policía estadounidense.

En represalia, las autoridades indias tendieron barreras en torno a la embajada de Washington en Nueva Delhi y empezaron a exigir que se les muestre los contratos de los empleados domésticos de los diplomáticos. Bloquearon además las importaciones de bebidas alcohólicas destinadas a la embajada norteamericana.

Por su parte, Estados Unidos mostró poca indulgencia por una mujer sospechosa de haber explotado a una empleada india vulnerable y de haber mentido sobre sus condiciones salariales para poder llevarla a ese país.

Pocas empleadas domésticas tienen un contrato en India, y muchas de ellas sufren malos tratos.

El acta de acusación difundida el jueves acusa a Khobragade, quien había conservado el pasaporte de su empleada doméstica, Sangeeta Richards, de haberle “malpagado y explotado ilegalmente”.

La cónsul está acusada de haber enviado en noviembre de 2012 una solicitud de visa para esta empleada doméstica estipulando que le pagaría 4.500 dólares mensuales.

En realidad, ella ya había acordado en India que le pagaría, por trabajar entre 37,5 y 41,5 horas semanales, 30.000 rupias mensuales (aproximadamente 573 dólares), muy por debajo del salario mínimo legal en Estados Unidos.

Pero le hizo un falso contrato de trabajo y le pidió que mintiese sobre su salario durante su entrevista para obtener una visa.

Cuando llegó a Estados Unidos, la empleada habría tenido que trabajar a menudo más de 100 horas semanales, sin día de descanso, o sea por poco más de un dólar la hora.

En junio de 2013 se fugó. Su familia en India fue sometida a numerosas presiones para que volviera y no contase lo que había vivido.