Miguel Otero Lathrop, es por hoy el protagonista de una nueva polémica. El ex embajador de Chile en Argentina -que salió de dicho cargo luego de también realizar declaraciones controversiales- dijo que los hijos de padres separados o fuera del matrimonio no tienen las mismas capacidades intelectuales que los hijos nacidos en un grupo familiar compuesto por un padre y una madre unidos en un matrimonio.

Las palabras exactas del militante de Renovación Nacional fueron: “Está comprobado científicamente que el hijo de padre y madre normal puede llegar a 200 o 220 (de coeficiente intelectual), el hijo de padres separados puede llegar a 150 o 160, mientras que el que es hijo sólo de madre a veces alcanza 100″, sin embargo, no citó la fuente del supuesto estudio.

Las declaraciones las realizó en un video de la Academia RN, un curso de formación para nuevos militantes del partido, por lo tanto, dirigido a personas jóvenes que están formando su criterio político. Dicha “cátedra” fue escuchada por al menos 450 personas a lo largo de todo el país, se informa al inicio de la misma.

En la página de la academia de Renovación Nacional, www.academiarn.cl, se indica que tienen como misión inculcar “el sello propio de Renovación Nacional y los principios característicos de la centro derecha”. El video de Miguel Otero donde califica a los hijos de separados y madres solteras de tener bajo CI, sigue publicado en la web oficial, por lo que se da a entender que efectivamente representa el pensamiento de RN y se aplica (y seguirá aplicando) como adoctrinamiento.

Otero se equivoca al decir que los hijos nacidos fuera de una “familia normal” tienen menos capacidad intelectual. De ser efectivo su pensamiento, muchos no serían profesionales, algunos niños no tendrían las mejores notas en sus cursos e incluso parlamentarios, asesores o políticos en general no podrían haber llegado a dichos puestos de poder.

De ser efectivo lo que afirma el señor Otero, muchas personas perderían abruptamente parte de sus capacidades cognitivas, las habilidades de conocer y entender el mundo, cuando se produce algún quiebre familiar o la separación de los padres. Y en otros casos, de un momento a otro, pasarían a ser más “inteligentes” a la hora de integrarse a una “familia normal”, como por ejemplo en el caso de niños adoptados.

Las declaraciones del señor Otero son derechamente una falta de respeto a los niños y niñas de Chile que representan el futuro del país.

Personalmente sé de casos en que niños, hijos de padres separados, son muy inteligentes, tienen las mejores notas de su curso, tocan varios instrumentos e incluso manejan varios idiomas. Lo más importante es que tienen la capacidad de aprender y recoger para sí lo mejor de la cultura. Algunos incluso son parte de lo que muchos ya se atreven a llamar “la generación Doki” y de las tareas múltiples (multitasking).

Los niños de hoy -sean de padres separados, hijos de mamás solteras o familias con padre y madre- comparten algo en común: la cultura. Todos son hijos de Discovery Channel, los smartphones y la multiculturalidad del mundo globalizado, por lo mismo, tienen un espectro de mundo que hace varias décadas atrás era impensado. Eso los hace más tolerantes, cultos y con capacidad de debate. Es cosa de mirar a nuestros hijos.

Lo que realmente produce una segregación en los niños son las faltas de oportunidades que generan los grupos de elite y de poder que integra, precisamente, Miguel Otero.