Un grupo de habitantes del campamento “Rucamanque Bajo” de Talcahuano, impidieron que cuadrillas de la Compañía General de Electricidad los descolgaran del tendido eléctrico. Aseguran que han solicitado regularizar el tema, pero la empresa no les da una solución.

El campamento “Rucamanque Bajo” en los Lobos Viejos tiene más de 40 años de historia y cuenta con una erradicación.

Pero muchos se quedaron, aunque trasladados de lugar. Aseguran que en ese movimiento quedaron cuentas pendientes de luz, que la compañía les pidió pagar antes de instalarles un medidor.

Los afectados alegan porque las deudas son ajenas y van desde 500 mil pesos, a más de un millón, inalcanzables para gente humilde como ellos.

Tras un momento, el personal de la CGE, custodiado por carabineros, desistió de descolgar a los habitantes, algo que agradeció Mariela Figueroa, a la espera de una solución definitiva.

Las pobladoras criticaron a los representantes vecinales, que ni siquiera se aparecieron para defenderlas y añadieron que solicitarán una revisión de cuentas, porque integrantes de la directiva hasta fabricaron costosas piscinas en sus patios, sembrando dudas sobre el destino de dineros aportados para el campamento.