Hay algo que todas las personas anhelan, independiente de sus creencias, cultura o estilo de vida: Ser feliz.

En búsqueda de su felicidad personal tras un periodo depresivo, el productor de cine y ex pastor cristiano, Joe Boyd, comentó en una columna de opinión que a su parecer hay cosas -aplicables a cualquier ser humano- que ayudan a conseguirla

“A los 40 años, me he dado cuenta de que puedo caminar hacia la infelicidad. Hay mucho que juega en esto por mí. Soy una personalidad melancólica con una propensión a la depresión química. Pero también he descubierto que puedo tomar decisiones que aumentan mi capacidad de ser feliz”, explicó.

“Hay algunos pasos prácticos que he tomado en la última década que me han ayudado. Tal vez ellos te ayudarán también”, señaló. Conoce cuáles son a continuación.

1. Ejercicio

Él dice que funciona “no por arte de magia o al instante”, pero que un estilo de vida activo y constante en el tiempo te hace sentirte más feliz.

“Si odias el gimnasio no empieces por ahí. Ve a dar un paseo. Juega paintball. Corta el pasto. Sólo empieza a moverte. Cuanto más lo haces, más querrás continuar haciéndolo”, señala.

2. Come mejor

“No soy un nazi de las calorías o los carbohidratos. Solía serlo. Para mí, era ‘todo o nada’ cuando se trataba de mi dieta, lo que en realidad era algo que alimentaba mi angustia”, indicó. “Tengo temporadas en las que no como bien (Por ejemplo, las últimas seis semanas.) La clave es salir de ello. Darse cuenta que esto está conectado a tu felicidad”, añadió.

“Come más saludable dentro de lo razonable”, dice, agregando que no está mal beber una cerveza el fin de semana o permitirse un helado de vez en cuando, “pero no todos los días”.

“Realmente disfrutarás más (la comida) de esa manera”, afirmó.

3. Consulta a un profesional

“Evité cualquier tipo de atención emocional profesional durante años. Puedo decir que el día que empecé a ver a un terapeuta fue un punto de inflexión en mi estado general de salud y felicidad”, aseguró.

4. Escucha a quienes te conocen realmente

“Una forma segura de seguir una espiral hacia la oscuridad es escuchar a tus críticos u obsesionarte en complacer a gente que apenas conoces”, manifiesta.

“La mayoría de nosotros tenemos personas en nuestras vidas que realmente nos conocen y nos aman a pesar de nuestros defectos. Que ellas tengan más influencia sobre tus emociones que quienes en realidad no conoces nada”, agrega. “Decide quién es digno de afectar tus emociones … y quiénes no”, concluye.

5. Sigue tus sueños (lentamente).

“La mayoría de las personas no están en su trabajo ideal. Muchos de nosotros tenemos trabajos (o están buscando trabajo) para poder sobrevivir”, explica.

Él dice que hay dos pésimas maneras de afrontar esta situación. La primera es “asumir que siempre odiarás tu trabajo. La segunda forma, que conduce más rápido a la depresión, es renunciar al trabajo rápidamente sin tener un plan. Tal vez el dinero no puede comprar la felicidad, pero no tener dinero es peor”, dice.

Por ello, propone “crear un plan a largo plazo para conseguir el trabajo que deseas. Puede ser de 5 o 10 años, pero tener un plan es lo mejor que puedes hacer hoy. Te pone en perspectiva”, indica.

6. Cuestiona tus creencias.

“Muchos de nosotros hemos aceptado (o rechazado) la fe de nuestros padres y abuelos, sin hacer las preguntas esenciales sobre lo que esto significa para nosotros mismos”, dice Joe.

“Como ex-pastor he llegado a creer que un gran número de personas están deprimidas porque no viven en sintonía con lo que creen. Algunos, tienen que cambiar sus acciones para que coincidan con sus creencias. Otros, necesitan la libertad de ajustar sus creencias para que coincida con sus acciones. Este es un trabajo duro, pero es la clave para llegar a un entendimiento de Dios o si eres ateo o agnóstico, una comprensión de la bondad, la justicia y el sentido. Vivir de una manera y creer otra, causa gran estrés psicológico”, añade.

7. Da más

“Los grandes maestros morales y éticos de todas las épocas tienden a coincidir en que dar es mejor para el alma que recibir”, señala, agregando que cuanto más entregamos, más alegría recibimos de vuelta.

“Llega un momento en que nos damos cuenta de que el mundo no existe para nosotros como individuos”, indica Joe, señalando que “una vida vivida para beneficiar a los demás es la mejor clase de vida que puedes vivir” porque “nos libera de nuestras obsesiones auto-preservacionales y nos permite experimentar el misterio del tiempo y el espacio profundo. Nos convertimos en parte de un todo que es eterno y significativo”.