El presidente de la Asociación de Canalistas del Laja aseguró que la presentación que hicieron ante Contraloría para que se investiguen las flexibilizaciones efectuadas al convenio de 1958, no son un impedimento para modificar nuevamente dicho contrato.

Luego que el lago Laja alcanzara el colchón de seguridad, una serie de entidades y organizaciones -incluida Endesa- verán disminuidos sus derechos de agua de manera indefinida, panorama que se revierte sólo mediante una modificación del convenio de 1958.

Sin embargo esta medida podría verse dificultada por una presentación que efectuó la Asociación de Canalistas del Laja, a través de su abogado Arturo Fernandois a Contraloría, para que se analicen cinco de las seis flexibilizaciones que se han efectuado al convenio, porque consideran esta medida arbitraria e irregular, ya que sólo se benefició la generación de energía y no la posibilidad de riego.

En ese contexto Patricio Guzmán, presidente de la agrupación, indicó que que la presentación que efectuaron al órgano contralor no es impedimento para que nuevamente la Dirección de Obras Hidráulicas y Endesa modifiquen el contrato que adscribieron hace más de 50 años.

Al respecto el senador UDI Víctor Pérez sostuvo que más allá de la flexibilización del convenio existe un tema de fondo que es urgente atender, ya que las medidas de emergencia se agotan. Junto con ello, coincidió con Guzmán en que la presentación ante Contraloría en nada interviene con flexibilizar el convenio de 1958.

Según datos aportados por la Asociación de Canalistas del Laja el convenio de 1958 se ha flexibilizado seis veces, cinco de ellas para la generación de energía y la última en enero del 2013, a petición de los antiguos regantes.