Cientos de policías recuperaron este domingo en la noche la plaza del Monumento a la Revolución en la capital mexicana, tomada desde septiembre pasado por profesores inconformes con la reforma educativa impulsada por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

El secretario del Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano, dijo en Twitter que el operativo fue en respuesta al “reclamo social de capitalinos”.

“Esta noche continuamos recuperación de Monumento a la Revolución”, indicó.

Centenares de policías rodearon la céntrica plaza invadida con decenas de carpas y todo tipo de enseres domésticos, en las que los maestros se instalaron en el plantón hace varios meses.

Los profesores inconformes pertenecen a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una corriente radical del megasindicato magisterial de México de más de 1,2 millones de agremiados.

El gobierno de la capital aprovechó la ausencia en el campamentos de muchos de los profesores que habían salido unos días para pasar las fiestas navideñas en sus estados.

El aparatoso operativo se realizó con decenas de patrullas cuando solo unos 60 maestros estaban en la plaza. Los profesores inicialmente se negaron a salir, pero entre gritos, consignas y empujones fueron replegados por los policías a una parte de la plaza.

“No nos vamos”, dijo a medios locales en el lugar del operativo Juan José Ortega, uno de los dirigentes del CNTE en el estado de Michoacán.

“Pedimos que se nos dieran unas horas para llegar a un acuerdo”, y las autoridades se negaron, añadió el sindicalista, quien acusó al gobierno del Distrito Federal de “actuar de manera autoritaria y vertical” en el desalojo.

Los maestros dijeron que el lunes llegarán refuerzos de otros estados de la República y que continuarán con su lucha contra las nuevas leyes en materia de educación.

La reforma educativa, aprobada por el Congreso y promulgada por el presidente Peña Nieto en 2013, tiene el objetivo de mejorar la calidad de la enseñanza con mayor control de la evaluación de maestros. Pero para muchos profesores, las leyes promulgadas tienen en realidad la intención de “privatizar” la educación pública y abrir la puerta a despidos.

La CNTE ha anunciado su rechazo a aceptar plegarse a la evaluación anual de maestros, que prevé la pérdida de su puesto si reprueban tres exámenes consecutivos, según la reforma aprobada.

Centenares de policías antimotines recuperaron en septiembre pasado el control de la plaza central del Zócalo, la principal de la capital, empleando cañones de agua y gases lacrimógenos en un rápido desalojo.