Después de cuatro días de intensa actividad diplomática, el secretario de Estado norteamericano John Kerry abandona este lunes Oriente Medio sin haber obtenido un acuerdo marco entre Israel y los palestinos para negociar la paz, aunque afirma que se lograron progresos.

Durante su gira, Kerry pasó horas encerrado en reuniones separadas con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas. También hizo un viaje no anunciado de un día a Jordania y Arabia Saudita, dos importantes aliados árabes de Estados Unidos.

El lunes Kerry informó de sus gestiones a Tony Blair, el emisario especial del Cuarteto diplomático para la paz en Medio Oriente (integrado por Estados Unidos, la ONU, Rusia y la Unión Europea), en su hotel de Jerusalén, para concluir su décimo viaje a la región como secretario de Estado.

Poco antes, Kerry se había entrevistado con el dirigente opositor israelí Isaac Herzog.

Debido a la actitud reservada de los responsables norteamericanos se han filtrado pocas informaciones sobre las propuestas del secretario de Estado para tratar de acercar las posiciones extremadamente divergentes de ambas.

En esa línea, se estima que Jordania y Arabia Saudita serán fundamentales para alcanzar un acuerdo.

No obstante, Kerry se va este lunes sin haber obtenido un acuerdo sobre un marco que permita llevar a cabo negociaciones. Incluso, altos funcionarios estadounidenses ya habían advertido que no habría grandes progresos en este viaje.

Impertérrito, Kerry prometió que su equipo, dirigido por el emisario especial Martin Indyk, continuará trabajando en Israel durante esta semana, y afirmó que regresará pronto a Jerusalén, pues se acerca el límite del mes de abril establecido para llegar a un acuerdo.

“El camino es más claro, el rompecabezas es más definido, y para todos se han vuelto más evidentes las difíciles alternativas pendientes y las opciones que existen frente a esas alternativas”, declaró el domingo.

Los medios de comunicación israelíes indicaron que Kerry regresará a la región la semana próxima.

El jefe de la diplomacia norteamericana convenció a las dos partes de volver a la mesa de negociaciones en julio pasado, después de tres años de interrupción, y acordaron continuar trabajando juntos durante nueve meses.