Tras realizar un control a cursos de capacitación, el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) logró descubrir diversas irregularidades dentro de las actividades de capacitación realizadas por franquicia tributaria.

El Sence implementó un nuevo sistema para monitorear la asistencia a clases de trabajadores a través de una huella electrónica, modalidad que permitió detectar cursos que simplemente no existían. Rodrigo Sobarzo, jefe del departamento de formación para el trabajo indicó a La Tercera, que muchos cursos eran “fantasmas”, asegurando que incluso existen casos donde los funcionarios no sabían que sus empleadores los inscribían en cursos de capacitación.

Cabe destacar que las empresas se benefician directamente de la franquicia, ya que se les descuenta el gasto que realizan en la capacitación al impuesto a la renta, según especificó Sobarzo.

Además, el funcionario agregó que luego del monitoreo se descubrió que el 70% de los alumnos cumple con el requisito, a pesar de que los registros decían que todos mantenían el 100% de asistencia. Por lo anterior, se concluyó que el 25% de los cursos no se ejecutaban.

Según indicó Sobarzo, posterior a las irregularidades detectadas, los cálculos indican que el Estado invirtió US$ 20 millones en cursos “fantasmas” que no cumplían los requisitos necesarios de asistencia.

Recordemos que durante 2011 un comité de expertos presidido por el economista Osvaldo Larrañaga, explicó que estas franquicias tributarias no implican mejores remuneraciones ni más posibilidades de empleo para quienes optan por tomar los cursos, según consignó La Tercera. A lo anterior, se suma lo señalado en su oportunidad por la ex ministra del Trabajo Evelyn Matthei, quien indicó que los millones invertidos en capacitaciones por el Estado no tienen impacto.