La Corte Suprema de Estados Unidos suspendió provisoriamente el lunes los matrimonios homosexuales en Utah, los cuales quieren ser prohibidos por el gobernador de este estado al oeste del país.

A finales de diciembre, el fiscal general de Utah apeló a la Corte Suprema para que suspendiera un fallo judicial que declaró “inconstitucional” una ley del 2004 que prohibía el matrimonio entre personas del mismo sexo.

En su fallo del 20 de diciembre, el juez federal de distrito Robert Shelby dijo que la prohibición de Utah -aprobada por los votantes en un referéndum en el 2004- violaba el derecho de las parejas del mismo sexo a ser considerados iguales ante la ley.

Así, esa decisión judicial legalizó de hecho el matrimonio gay en Utah, al igual que en otros 17 estados de Estados Unidos.

Pero Gary Herbert, el gobernador de Utah, un estado donde vive una gran comunidad mormona, apeló ante una corte de apelaciones del oeste estadounidense.

En una breve decisión, la jueza de la Corte Suprema Sonia Sotomayor, a cargo del caso en la más alta instancia judicial del país, aceptó el lunes el pedido del gobernador de Utah y su fiscal general Sean Reyes, y suspendió los matrimonios gay en ese estado “a la espera de una decisión final de la Corte de Apelaciones del 10º Circuito”, según el documento.

En Estados Unidos, las leyes que regulan el matrimonio son resorte de los estados y casi 30 de ellos han aprobado normas que impiden el matrimonio de parejas heterosexuales.

Sin embargo, otros 17 estados y la capital federal Washington permiten que las parejas del mismo sexo se casen.