Dirigentes gremiales de la provincia de Bío Bío anunciaron movilizaciones luego que el lago Laja entrara al colchón de seguridad, dejando sin riego a miles de hectáreas en la región de manera indefinida. Mientras, la Dirección de Obras Hidráulicas y Endesa aún no se pronuncian sobre la flexibilización del convenio de 1958.

La madrugada de este lunes el lago Laja entró al denominado colchón de seguridad, al alcanzar la cota 1316,82, es decir, su caudal alcanza sólo un 10% de su utilidad original, lo que gráfica el crítico estado del cuerpo de agua, trayendo una serie de consecuencias para la agricultura y la economía regional.

Héctor Sanhueza, gerente de los Canalistas del Laja sostuvo que la última reserva del cuerpo lacustre está destinada a los antiguos regantes, por lo tanto quienes inscribieron derechos después de 1958 quedarán sin agua.

Juan Carlos Villagra, presidente de la Junta de Vigilancia Laja Diguillín catalogó esta situación como un desastre, ya que se les comunicó que a partir de las 15:00 horas de hoy no podrán extraer más agua desde el lago Laja, motivo por el cual dejarán de regar más de 18 mil hectáreas.

Jorge Guzmán, presidente del “Comité Aguas para el Laja” indicó que el panorama es crítico porque existen cultivos que requieren una mayor cantidad de agua como la remolacha y la achicoria, que no contarán con el recurso para su desarrollo.

Junto con ello indicó que como organización han hecho hasta lo imposible en el ámbito técnico y administrativo para conseguir una solución, sin embargo no hay voluntad de Endesa, por lo que no descartan radicalizar el movimiento a través de otro tipo de manifestaciones.

En la provincia de Bío Bío 30 mil hectáreas quedarán sin riego y otras 30 mil más disminuirán su capacidad de aspersión indefinidamente, ya que aún no existen novedades sobre una flexibilización del convenio de 1958.