El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, declaró este domingo por la noche haber conseguido el apoyo de Arabia Saudita a su “justa y equilibrada” iniciativa de paz para solucionar el conflicto israelo-palestino.

Kerry aseguró que el rey Abdalá de Arabia Saudita “apoya nuestros esfuerzos y piensa que podemos tener éxito en los próximos días”, tras una reunión de tres horas con el soberano.

El jefe de la diplomacia estadounidense realiza su décima visita a la región desde marzo para intentar limar las asperezas y hacer avanzar las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos que se reanudaron en julio de 2013 luego de tres años suspendidas.

“Puedo garantizar a todas las partes que el presidente Barack Obama y yo estamos comprometidos en proponer ideas que sean justas y equilibradas” para “mejorar la seguridad de todos los pueblos”, dijo Kerry antes de abandonar Jerusalén hacia Ammán y Riad.

“La vía es más clara. El puzzle se está armando y las decisiones difíciles que falta tomar son más evidentes para todos (…) pero esto lleva tiempo”, dijo Kerry al cabo de tres días de arduas negociaciones con israelíes y palestinos.

Sin embargo, el secretario de Estado advirtió que estos esfuerzos podrían estar condenados al fracaso.

Kerry se reunió en Jordania con el rey Abdalá II. La monarquía hachemita de Jordania, guardiana de los lugares santos musulmanes de Jerusalén y segundo país árabe en firmar un acuerdo de paz con Israel, tiene frontera con Cisjordania.

A continuación, el jefe de la diplomacia estadounidense voló a Riad, donde se reunió con el rey Abdalá.

Un responsable del departamento de Estado que acompaña a Kerry indicó que éste último quiere escuchar “los consejos” de los dos soberanos.

El rey Abdalá de Arabia Saudita también ocupa un lugar importante, al ser el autor de la iniciativa de paz de la Liga Árabe.

“Negociaciones muy difíciles”

El sábado, Kerry habló de “progresos” en las negociaciones tras las entrevistas maratonianas desde el jueves con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abas.

Kerry les presentó un proyecto de “acuerdo marco”, en el que se trazan las grandes líneas de un arreglo definitivo sobre las fronteras, la seguridad, el estatus de Jerusalén y el futuro de los refugiados palestinos.

El texto tiene pocas posibilidades de ser aprobado por las profundas divergencias entre ambas partes.

Netanyahu acusó este domingo a los palestinos de llevar a cabo una campaña “de incitación al odio como lo vimos en estos últimos días con su oposición al reconocimiento de Israel como estado del pueblo judío”.

Israel también rechazó la propuesta de Estados Unidos de garantizar la seguridad en el valle del Jordán, en la frontera entre Cisjordania y Jordania, donde Israel pretende mantener una presencia militar en el caso de un futuro estado palestino.

“La seguridad debe continuar en nuestras manos. Quienes proponen una solución consistente en desplegar una fuerza internacional, policías palestinos o medios tecnológicos no comprenden nada en Oriente Medio”, afirmó el domingo el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Yuval Steinitz.

Los palestinos, por su parte, insisten en el fin de la ocupación de su territorio, pero aceptan el despliegue de una fuerza internacional, una opción rechazada por Israel, que además exige que el estado palestino sea un estado desmilitarizado.

Según medios de comunicación árabes e israelíes, Estados Unidos habría propuesto el mantenimiento de las fuerzas israelíes en la frontera entre Cisjordania y Jordania durante 10 ó 15 años tras la firma de un tratado de paz. Los palestinos rechazan esta propuesta.

Fuentes palestinas informaron de negociaciones “muy difíciles”.

Yasser Abed Rabbo, un responsable palestino, indicó en una entrevista que no hay “progreso real” en los principales temas, entre los que se encuentran “Jerusalén, los refugiados, las colonias y la retirada a las líneas de 1967 e, incluso, los prisioneros”.

“No creo que veamos pronto algo escrito”, añadió.

Tras Riad, Kerry regresará a Jerusalén.