Treinta y dos civiles murieron el viernes en las ciudades iraquíes de Ramadi y Faluya, al oeste de Bagdad, en los enfrentamientos entre tribus locales apoyadas por la policía y combatientes de Al Qaida.

También, según informes de la seguridad, 62 miembros de Al Qaida fueron abatidos en la jornada durante los combates.

Varios niños y mujeres figuran entre las víctimas de esos enfrentamientos, afirmó una fuente del ministerio del Interior. Los combatientes de Al Qaida habían tomado el control de varios sectores en esas dos ciudades de la provincia de Al Anbar esta semana.

Las ciudades de Ramadi y Faluya fueron este viernes escenario de nuevos enfrentamientos entre, de un lado fuerzas tribales suníes y policías, y del otro combatientes del EIIL, que habían tomado el control de algunos sectores en las dos ciudades.

Asimismo la provincia de Al Anbar, cuya población es mayoritariamente sunita, se convirtió en el último años en el bastión de la contestación contra el primer ministro Maliki, acusado de acaparar el poder y marginar a esta comunidad.