El presidente uruguayo José Mujica reafirmó el jueves que la relación con la vecina Argentina está “trancada” y que la mejora del vínculo depende de su par argentina, Cristina Fernández.

“La relación con Argentina está trancada pero todo dependerá de lo que decida la señora presidenta y yo no he hablado con la señora presidenta”, indicó Mujica en entrevista con el diario La República.

La prensa ha especulado con que Mujica y Fernández mantengan una reunión durante la próxima reunión cumbre del Mercosur, el 17 de enero en Caracas.

“Puede ser que hablemos allí”, indicó el presidente uruguayo. “Intercambiaremos algo y veremos”.

“No hay ninguna agenda. Con Argentina se podrá arreglar sí o no. La verdad que no lo sé. Yo iré con la misma actitud de siempre. Yo pienso que alguna salida le vamos a tener que encontrar”, añadió.

“Cuando yo asumí el Gobierno me encontré con los puentes cortados. Lo pude arreglar por otros factores que jugaron y traté de mantener una política que pensaba y pienso que es la única posible: la del diálogo permanente. Pero en el Uruguay hay un chauvinismo muy fuerte”, aseguró.

El lunes, en entrevista con el programa de televisión Subrayado, Mujica había indicado también que los dos mandatarios “tienen mucho que hablar”.

La llegada de Mujica al gobierno, en marzo de 2010, significó un avance en el vínculo entre Argentina y Uruguay, que durante el gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010) vivió momentos de tensión, sobre todo por el bloqueo durante casi cuatro años por parte de manifestantes argentinos de un puente fronterizo en protesta por la instalación de una planta de celulosa en la orilla uruguaya de un río limítrofe.

El conflicto se zanjó en 2010 tras un fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) que apoyó la posición uruguaya de que la planta no contamina, pero ordenó un monitoreo regular para observar el impacto en el río.

La decisión de Mujica, en octubre pasado, de autorizar a la planta un incremento de su producción encrespó las aguas y Argentina dijo que llevaría nuevamente el caso a La Haya.

Poco después, Buenos Aires prohibió el trasbordo de cargas de mercaderías en puertos uruguayos, en una medida considerada una represalia por Uruguay y que se sumó a otras tomadas anteriormente, restringiendo las importaciones y la salida de dólares, decisiones que han golpeado las exportaciones y el turismo hacia Uruguay.

Por la medida sobre los puertos, Uruguay planteó en noviembre una queja ante el Mercosur, bloque integrado también por Argentina, Brasil, Paraguay y Venezuela.