El consorcio encargado de las obras de ampliación del canal de Panamá, liderado por la constructora española Sacyr, advirtió este jueves que mantenía el ultimátum de 21 días para que las autoridades gestoras del canal respondan a su petición de un pago suplementario de 1.600 millones de dólares.

La constructora española Sacyr, que dirige el consorcio internacional Grupo Unidos por el Canal (GUPC), dijo en un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) española que “procederá a la suspensión de los trabajos si los incumplimientos denunciados no son remediados dentro del periodo de preaviso”.

Este periodo es de 21 días, indicó un comunicado de GUPC del 30 de diciembre publicado por la prensa panameña.

El administrador del canal, Jorge Quijano, había rechazado el miércoles en un comunicado esta petición “destinada únicamente a forzarnos a negociar fuera de los términos del contrato”.

En el consorcio GUPC S.A. participan Sacyr, la firma italiana Impreglio, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana.

“GUPC ha presentado fundadas reclamaciones en relación con los sobrecostes del proyecto derivados de circunstancias sobrevenidas e imprevisibles”, escribió Sacyr este jueves.

En su comunicado, el grupo español denuncia “incumplimientos graves” en el contrato por parte de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y afirma que “GUPC ha venido desarrollando continuados esfuerzos para que estas reclamaciones, cuyo importe global asciende a la fecha a unos 1.625 millones de dólares estadounidenses (unos 1.183 millones de euros), fueran atendidas por la ACP a medida que han ido surgiendo”.

“GUPC mantiene abierta la interlocución con la Autoridad del Canal de Panamá para alcanzar un acuerdo satisfactorio que ponga fin al actual desequilibrio contractual”, afirma la empresa española.