La muerte de Nicolasa Quintremán en el Lago Ralco también tuvo repercusiones en las comunidades Huilliche de la provincia de Osorno. Sara Imilmaqui, dirigente indígena de la comuna de San Pablo, viajó hasta el Alto Bio Bio para acompañar a la familia de quien fuera una de las principales opositoras, junto a su hermana Berta, a la construcción de la mega central hidroeléctrica Ralco, el conflicto que inició una áspera relación entre los pueblos originarios y proyectos energéticos.

Además de lamentar la muerte de la mujer mapuche pehuenche, Imilmaqui recordó que en la zona del futahuillimapu también existe oposición a posibles proyectos hidroeléctricos, reflejado en la amplia oposición que realizaron las comunidades indigenas ante la construcción de un embalse en Pucipío, inicialmente para abastecimiento de agua, pero que podría decantar en un proyecto energético.

Imilmaqui aseguró que un proyecto de tal envergadura no será aceptado por las comunidades indígenas del futuahuillimapu, más aún observando el ejemplo de Nicolasa Quintreman.

Por su parte, Eduardo Cáceres Quintremán, sobrino de Nicolasa e hijo de su hermana Berta, llamó a la gente mapuche Huilliche a mantener la oposición hacia proyectos que generan profundos daños a los pueblos originarios.

Además los llamó a no caer en presiones que pudieran venir del Gobierno, tal como aseguró pasó en el caso de Ralco, donde los pehuenche reclaman la intervención de la gobierno de Ricardo Lagos para poder obtener la firma de las hermanas Quintreman, cuestión que finalmente provocó que pudiera construirse el polémico proyecto hidroeléctrico.

Nicolasa Quintreman junto a su hermana Berta se opusieron a la construcción de la Centra Hidroeléctrica Ralco, aprobada durante el gobierno de Eduardo Frei e inaugurada bajo el de Ricardo Lagos, en medio de un tenso conflicto con comunidades pehuenches e incluso la salida de directores regionales de Conadi.