El presidente uruguayo José Mujica asumió el jueves su responsabilidad por la forma en que se liquidó en 2012 la aerolínea de bandera nacional Pluna, proceso que actualmente investiga la justicia, y que se cobró la renuncia del exministro de Economía Fernando Lorenzo.

“Soy responsable de esa estrategia que fracasó y la asumo”, dijo Mujica durante la asunción del nuevo ministro de Economía, Mario Bergara, quien hasta ahora presidía el Banco Central (BCU).

Pluna quedó en manos del gobierno en junio de 2012, tras el retiro de la privada LeadGate que tenía 75% de la compañía. Pero la aerolínea quebró menos de un mes después, tras suspender todos sus vuelos debido a que su situación financiera hacía “imposible” las operaciones.

Mediante una rápida ley cuestionada por la oposición, el gobierno aceleró el proceso de liquidación de la aerolínea regulando la venta de sus activos, entre ellos aviones adquiridos con la garantía del Estado.

Pero la subasta de los aviones fracasó luego que la empresa española Cosmo Líneas Aéreas adquiriera el boleto de compra de las aeronaves, pero unos días más tarde se difundiera que no podía hacerse cargo del compromiso por no disponer del capital suficiente.

Por esa subasta fallida, el fiscal Juan Gómez pidió el sábado el procesamiento (comienzo de un juicio) del renunciante ministro de Economía Fernando Lorenzo, por abuso de poder, y del presidente del Banco de la República, Fernando Calloia, quien otorgó el aval financiero a Cosmo.

Además, recientemente, la ley de liquidación de Pluna fue considerada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia.

“Cuando se dio esto pensábamos que la conectividad era un problema gravísimo para el Uruguay y en realidad se arregló”, señaló el mandatario.

“Si hubiéramos dejado que todo se hubiera caído y la empresa se hubiera fundido, hubiera sido más fácil, porque era una empresa que quebraba y ya está. Quisimos salvar y ser acelerados (apurados) y nos equivocamos”, añadió.

Al momento de su cierre, Pluna operaba 253 vuelos semanales entre Argentina, Brasil, Chile y Paraguay.

Un año y medio después de la quiebra, la mayoría de sus vuelos fueron retomados por otras compañías pero el Estado sigue haciéndose cargo del mantenimiento de los siete aviones Bombardier CRJ900 de la aerolínea y el proyecto promovido por Mujica de una aerolínea gestionada por los extrabajadores de Pluna aún está en pañales.

“El país recuperó la conectividad mucho más rápido de lo que podíamos pensar”, dijo el jueves Mujica. “Los puestos de trabajo están sin resolver y en cuanto a la recaudación (…) estamos como al principio, algún día se venderán” los aviones.