La más alta instancia legislativa china formalizó este martes las reformas destinadas a abolir los campos de reeducación mediante el trabajo y a flexibilizar la política de control de la natalidad, según medios de comunicación oficiales.

La comisión permanente de las Asamblea Nacional Popular (ANP), máximo órgano legislativo, también confirmó la flexibilización de la política del hijo único, adoptada hace tres décadas para frenar el aumento demográfico del país más poblado del mundo.

Estas importantes reformas de la sociedad ya habían sido anunciadas en noviembre tras una reunión del Partido Comunista Chino (PCC).

Los campos de reeducación, creados en 1957, permitían retener a alguien con la sola decisión de la policía y hasta durante cuatro años. Estos campos, objeto de múltiples abusos, son utilizados por las autoridades locales contra los contestatarios, los internautas que denuncian la corrupción o contra quienes piden la reparación de un perjuicio.

Estos campos se convirtieron en “superfluos” a medida que se desarrolló el sistema judicial del país, indicó por su parte la agencia oficial Xinhua, en referencia al texto gubernamental.

El PCC anunció en noviembre que las parejas con un hijo único podrán tener otro hijo más.

La nueva política demográfica, destinada a frenar el envejecimiento de la población china, deberá entrar en vigor en algunos provincias durante el primer trimestre de 2014, había indicado un responsable de la comisión nacional de Planificación Familiar a Xinhua.