La petrolera estadounidense Chevron anunció este lunes que presentó ante la Corte Constitucional de Ecuador un recurso de nulidad del fallo que la condenó a pagar 9.500 millones de dólares por daños ambientales en la Amazonía.

La compañía, que alega ser víctima de un juicio fraudulento, fue sentenciada a mediados de septiembre a cubrir la millonaria indemnización por la contaminación atribuida a su filial Texaco durante los 26 años que operó en la Amazonía ecuatoriana (1964-1990).

El fallo fue emitido por la máxima instancia judicial, aunque Chevron apeló a la corte para demandar la constitucionalidad del proceso iniciado hace más de 20 años por indígenas amazónicos y que derivó en su condena.

La apelación “le brinda a la República de Ecuador una última oportunidad de restablecer la credibilidad de su sistema judicial y declarar el proceso (…) nulo e infundado, por violaciones al debido proceso de la compañía y otros derechos garantizados constitucionalmente”, señaló la multinacional en un comunicado.

La Corte Constitucional deberá decidir primero si admite el recurso y, en caso de hacerlo, no tiene un plazo para pronunciarse sobre el fondo de la demanda, dijo a la AFP la secretaría de comunicación del tribunal.

Chevron intenta que los jueces constitucionales validen sus reiteradas denuncias de fraude y soborno por parte de los demandantes.

De su lado, el portavoz de la defensa ecuatoriana, Pablo Fajardo, consideró que la compañía recurrió a una “acción desesperada, porque no sabe cómo evadir su responsabilidad”, y dijo que es poco probable que la corte admita el recurso de anulación.

“Desde mi punto de vista, no existe una violación de derechos humanos, de derechos constitucionales de Chevron”, indicó Fajardo al diario público El Telégrafo.

La petrolera también alienta acciones legales en Nueva York y una corte de arbitraje de La Haya contra los abogados de los ecuatorianos y para intentar que el Estado ecuatoriano asuma la millonaria condena, respectivamente.

Chevron niega cualquier responsabilidad en los daños y asegura que Texaco cumplió con la reparación ambiental que le correspondía. Según la empresa, el desastre ambiental fue causado por la estatal Petroecuador, con la que Texaco operó en consorcio.

Por su parte, los demandantes iniciaron acciones legales en Brasil y Canadá para intentar cobrar la indemnización debido a que la petrolera no cuenta con activos importantes en Ecuador.