Las mesas de diálogo no han sido fructíferas en los últimos días y ahora se suma un nuevo conflicto. El bono acordado como la primera medida de mitigación para que los pescadores artesanales puedan subsistir hasta marzo del próximo año -cuando termine la veda de sardina y anchoveta- se cerró finalmente en 100 mil pesos, que serán cancelados a través de los municipios con dineros de la Subsecretaria de Desarrollo Regional.

Si bien el monto fue aceptado (se pedían $300 mil), los trabajadores exigen que sea repartido para todos los trabajadores y no sólo a un grupo de ellos, y antes de fin de año, según dijo Nelson Estrada, dirigente de los pescadores de Talcahuano. Agregó que si eso no ocurre, saldrán nuevamente a las calles:

La misma situación preocupa a los pescadores de Coronel. Manuel Gutierrez, dirigente de la comuna reiteró que fue una mala medida traspasar la responsabilidad a los municipios. Además, ellos también exigen que el pago llegue para todos.

El alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, indicó que antes del pago hay un largo trámite administrativo para que la Subsecretaría de Desarrollo Regional inyecte los recursos de apoyo. El proceso previo en el municipio implica, entre otras cosas, elaborar un programa y revisar que la gente cumpla con los requisitos.

Pese a ello, espera que todo se resuelva antes del 31 de diciembre:

Para enero y febrero el apoyo que ofreció el Gobierno es mediante planes de empleo PMU, por el sueldo mínimo, lo que aun no es acogido oficialmente por los pescadores.