El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió este sábado que podría expulsar a algunos embajadores extranjeros que causaron “provocaciones”, en un contexto marcado por un escándalo de corrupción sin precedentes.

“Algunos embajadores están implicados en acciones provocadoras”, dijo en la ciudad de Samsun, a orillas del Mar Negro. “No tenemos por qué quedarnos con ustedes en nuestro país”, añadió el jefe del gobierno.

Las declaraciones de Erdogan parecen una advertencia velada al embajador estadounidense Francis Ricciardone. Según algunos medios de comunicación progubernamentales, el embajador habría declarado a representantes de la Unión Europea que Washington pidió al banco público Halkbank que cortase todos sus vínculos con Irán debido a las sanciones impuestas a la República Islámica.

Pero Ricciardone desmintió este sábado estas informaciones que calificó de “acusaciones sin fundamento”, en su cuenta Twitter.

Recordemos que el director general de Halkbank, Suleyman Aslan, forma parte de las personas afectadas por una investigación de corrupción que también se centró en los hijos de dos ministros, asestando un duro golpe al corazón del gobierno islamista moderado de Erdogan, en el poder desde 2002.

Aslan está acusado de haber aceptado sobornos. La policía se incautó de 4,5 millones de dólares en efectivo ocultos en cajas de zapatos en su domicilio, informó la prensa turca la semana pasada, citando a fuentes judiciales.

Es así como Estados Unidos critica a Halkbank por haber efectuado supuestamente transacciones ilegales con Irán, pero el banco desmiente haberlo hecho.