Con la declaración de una nueva testigo de la Fiscalía continuó en el Tribunal Oral de Concepción el juicio contra del sacerdote Audín Araya por el delito de abuso sexual a menores.

En lo que fue la sexta audiencia de este bullado juicio, declaró la microempresaria María Henríquez, en torno a un pedido que recibió el año 2008 para la confección de cortinas que se ocuparían en la oficina del entonces rector del colegio Salesianos, el religioso Audín Araya.

Consultada por el fiscal, Alejandro Alí, y el abogado querellante, Renato Fuentealba, la mujer detalló las características de las cortinas, que impedían -dijo la empresaria- que personas pudieran mirar lo que ocurría dentro de la oficina del rector.

Se trató de una prueba de contexto para dar luz sobre las intenciones del sacerdote al momento de reunirse con alumnos del colegio en su oficina.

El juicio continuará hasta la próxima semana, debido a la cantidad de testigos que están en la lista del Ministerio Público.

La Fiscalía está solicitando 10 años de cárcel para el sacerdote en caso de ser encontrado culpable por el Tribunal Oral de Concepción.