El 2013 fue un buen año para el afianzamiento de los juveniles jugadores nacionales que deben ocupar, a futuro, los lugares ya dejados por Fernando González y Nicolás Massú. Christián Garín se consolidó como uno de los mejores juniors del mundo tras ganar Roland Garrós y llegar a la semifinal del Us Open de la categoría, además de cumplir con acierto en torneos futuros y ATP. Con 17 años se ubica entre los mejores 400 del mundo y en 2014 estará participando en torneos profesionales. Gonzalo Lama ganó 3 de 5 finales de torneos futuros en Chile, está a punto de meterse entre los mejores 300 y también fijó su meta en los torneos challengers y ATP de 2014. Nuñez y Malla lo han hecho correctamente y en 2014 deberán dar el salto de calidad que de ellos se espera.