En el Tribunal de Garantía de Curicó se inició este lunes la audiencia de procedimiento abreviado en el caso de los altos ejecutivos de la empresa PCS que en 2012 fueron detenidos por el delito de estafa de $2.000 millones. El hecho afectó al empresario Enrique Bravo, quien invirtió dicha suma en la empresa, basándose en información contable que se mostraba falsamente solvente.

Los imputados en esta causa son Pedro Cabrera Santelices, dueño de comercial PCS, su mujer Marisa Badinella, su contador Patricio Andrés Sepúlveda y Marco Antonio Jara, quien oficiaba como gerente de la citada compañía.

Todos aceptaron responsabilidad en los hechos, menos el imputado Marco Antonio Jara, quién ahora explorará la posibilidad de seguir con el juicio ordinario.

Este último dijo que él no ha cometido ningún delito, por cuanto le da la tranquilidad que en un futuro juicio oral debiera ser absuelto de los cargos de quiebra culposa de Comercial PCS.

Argumentando que ni siquiera participó en la negociación con Enrique Bravo, Jara denunció que se le quiere culpar porque “económicamente es el más débil”.

“Yo no pudo ser partícipe de un fraude, de una estafa o de lo que sea, donde yo no tengo participación. El representante de la empresa era don Pedro Cabrera Santelices y él deberá asumir su responsabilidad”, reiteró el imputado a la salida de la audiencia

La audiencia para el resto de los involucrados en esta causa debió reprogramarse para el próximo lunes a las 09:00 horas, debido a la complejidad de la causa.