Un juez estadounidense dio por primera vez este lunes un revés al programa de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés), al estimar que las escuchas a ciudadanos privados quebrantan su privacidad a un grado probablemente inconstitucional.

El fallo emitido por la Corte del Distrito de Washington está pendiente de apelación pero si se mantiene podría prohibir a la agencia de espionaje recopilar indiscriminadamente metadatos telefónicos (números de teléfono, duración de llamadas, entre otros) de millones de llamadas privadas.

El juez Ricard Leon calificó la recolección de metadatos a gran escala de “atentado a la vida privada”.

“Es evidente que semejante programa usurpa” los valores defendidos por la cuarta enmienda de la Constitución estadounidense relativa a la vida privada, escribió Leon.

Los denunciantes, Larry Klayman y Charles Strange, llevaron el caso ante la justicia después de que las filtraciones del exanalista Eduard Snowden revelaran el alcance del programa de la NSA.

El fallo impide al gobierno recolectar los metadatos de Klayman y Strange, e indica que se deberán destruir los datos que haya recopilado de ambos.

Aunque la decisión es notoria por su carácter inédito, el juez ha decidido remitir el documento a una corte de apelaciones que deberá pronunciarse sobre el fondo.

Las revelaciones del antiguo consultor de inteligencia Edward Snowden del programa para recolectar a gran escala metadatos telefónicos en los celulares de los estadounidenses por parte de la NSA ha provocado temor en una parte de la ciudadanía.

El viernes, un grupo de trabajo remitió a Obama un informe que revisó el programa electrónico de vigilancia de la NSA junto con 40 recomendaciones para incluir salvaguardas y limitar su alcance.