La tecnología se ha vuelto un elemento tan vital para la vida diaria de las personas, que ha cambiado completamente la forma en que la sociedad se comunica. ¿Pero te imaginabas que también nos podría haber vuelto más inteligentes?

Esto es lo que ha concluido el periodista y escritor Clive Thompson, quien a través de su libro “Smarter Than You Think” (“Más inteligente de lo que crees” en español) y otras obras ha analizado la forma en que la sociedad actual se ha vuelto más inteligente, y en especial el rol que la tecnología ha tenido para poder lograr esto.

Para afirmarlo, Thompson se basó en un planteamiento del filósofo Andy Clark, quien propone que la mayor parte del proceso de pensar toma lugar fuera de nuestras mentes, ya que los recursos presentes en el entorno ayudan a guiar nuestros pensamientos en nuevas direcciones. Lo mismo ocurriría cuando interactuamos con otras personas, porque somos seres sociales, según el experto.

“Esto rige para algo tan simple como ser capaz de escribir una cosa, para que no tengas que retenerlo en tu cabeza por el corto o largo tiempo. Podríamos decir que si no tengo un lápiz y papel, difícilmente podría multiplicar de forma fácil dos números de cuatro dígitos juntos. ¿Entonces eso significa que soy más tonto cuando no tengo un lápiz y un papel? Lo que realmente significa es que una gran parte de la cognición humana se ha apoyado en recursos externos a nuestras cabezas”, acotó Thompson.

En la misma línea, agregó en entrevista conPsychology Today que “¿somos más tontos cuando no estamos alrededor de otra gente? ¿Somos más inteligentes cuando estamos cerca de ellos? Creo que la respuesta es sí, somos más inteligentes cuando estamos cerca de otras personas, somos más inteligentes cuando estamos más cerca de todo tipo de tribunas externas a nuestro pensamiento, y ésa es una definición esencial del ser humano”.

Sobre el impulso que la tecnología ha dado a la inteligencia humana, gracias a que permite mayor interacción con otra gente, indicó que esto no es algo exclusivamente ligado a las nuevas generaciones, las cuales han sido descritas como “nativos digitales”.

“Hay un montón de evidencia de que la gente joven puede que se sienta cómoda usando un montón de herramientas sociales, pero realmente no entienden cómo funcionan (…) Hay una gran diferencia entre estar cómodo usando la tecnología y ser realmente un usuario hábil de ella”, especificó.

En tanto, aunque parezca contradictorio, a veces estamos tan rodeados de tecnología que desconectarse por un tiempo ayuda a agilizar nuestra mente, en lugar de pasar las 24 horas en línea.

Por esto, a continuación te mostramos las nueve prácticas recopiladas por Psychology Today que te ayudarán a volverte más inteligente, tanto utilizando la tecnología como excluyéndola totalmente de tu rutina:

1- Mantente desconectado por grandes porciones de tiempo: el investigador recomienda no estar pendiente de lo que sucede en internet todos los días, porque esto impide relajarse. Por ejemplo, aconseja dejar de revisar los correos electrónicos los fines de semana.

Si bien hay muchas personas que por motivos laborales necesitan estar pendientes las 24 horas de sus mensajes, esto podría afectar su capacidad para descansar. “Un montón de gente me dice que no pueden hacer esto porque sus jefes les exigen revisar los correos todo el fin de semana. Y esto demuestra que los problemas que tenemos para divertirnos no radican en las tecnologías en sí mismas, sino que en las relaciones de poder que surgen de éstas”, señaló.

2- Aplica la “diversidad cognitiva” y haz algo realmente diferente: este término que acoge Thompson se refiere a que la forma en que nos comunicamos y expresamos es distinta cuando estamos en internet a como lo hacemos en la realidad.

Nuestra forma de pensar cuando estamos conectados “es productivamente diferente de los métodos tradicionales menos sociales fuera de línea, por lo que aún es increíblemente provechoso leer concentradamente por ocho horas, realizar una larga caminata, o sólo discutir sobre algo con un amigo mientras beben en un bar. Estas cosas son distintas a la manera como nos comportamos en línea, y guiará tu mente hacia otros modos de pensar”.

3- No te aísles y aprende del “pensamiento social”: esto se basa en el principio antes mencionado, que afirma que nuestra inteligencia se desarrolla mejor cuando interactuamos con otras personas o con estímulos del entorno.

Al respecto, expresó que “muy frecuentemente definimos la inteligencia como sentarnos y hojear un libro solos por 10 horas o 10 años. Si bien eso es indudablemente un modo poderoso, en el mundo real una gran cantidad del pensamiento ocurre cuando estamos discutiendo, peleando o apoyándonos en otros”.

4- Encuentra tu pasión: el autor afirma que la pasión es lo que guía la memoria y la creatividad, por lo que los temas que más obsesionan a alguien serán los que capturarán la mayor parte de su pensamiento.

Asimismo, plantea que un problema es “¿cómo hacemos que la gente se apasione por las cosas que son importantes?”, como ciencias o la política. “Eso es que tú y yo estamos tratando de hacer. Constantemente estamos tratando de seducir a la gente para que piense sobre la ciencia, al presentarla de una forma que resulte encantadora. Atraes más moscas con miel”, apunta.

5- No te limites a seguir a la élite cultural o a los “líderes del pensamiento”: el periodista sostuvo que “creo que lo que está ocurriendo ahora con la internet es que las élites culturales, en las cuales me incluyo porque soy un escritor de Nueva York, están comenzando a descubrir cuán diverso es el interés humano y cómo las pasiones humanas son realmente”.

Sobre ello, relató que “cuando vives en una de estas ciudades costeras, crees que todos están unificados en torno a X, Y o Z, porque nosotros estamos escribiendo de ello. Pero luego descubres que no, no, no, ¡a la gente no le importa en lo más mínimo! (…) (Por ejemplo) el New York Times no arma su lista de libros más vendidos basada en los que de verdad se están vendiendo, la crea en base a unos pocos cuidadosamente electos de librerías en mercados de élite, porque eso es lo que les importa. ‘Líderes de pensamiento’”.

Este selecto círculo de intelectuales se ha roto gracias a la internet, ya que “hace la conversación visible, nos sobrecoge con la diversidad de lo que a la gente realmente le importa”.

6- Debes saber cuándo utilizar la tecnología y cuándo no: si bien usar Google Maps y el GPS de tu smartphone para manejar a todas partes es muy práctico y útil, acostumbrarte a esto puede ser fatal, ya que pierdes la capacidad de hacerlo por ti mismo… Entonces, ¿qué ocurrirá cuando el celular se eche a perder y tengas que volver a conducir el auto tú solo? ¿Qué pasará cuando no tengas una calculadora para sumar o restar números?

7- Juega videojuegos: el escritor califica a los videojuegos como “una droga que es la puerta de entrada a reflexionar sobre el rol de la computación en la vida de la gente (…) Como han estado tanto tiempo bajo amenaza por considerarse una pérdida de tiempo, las personas tienen problemas expresando qué es lo provechoso sobre ellos”.

“Finalmente hubo un puñado de intelectuales que comenzaron a aferrarse a lo que es bueno de los videojuegos (…) Son una oportunidad fantástica para ilustrar un par de cosas que los profesores usualmente dicen que tienen problemas haciéndoselas entender a los niños. Uno de ellos es el método científico”, añade, porque estas plataformas tecnológicas permiten a los menores resolver problemas en la realidad virtual, haciéndoles descubrir por sí solos la forma de solucionarlos.

8- Adapta tus estrategias de estudio y pensamiento: si bien muchos continúan aferrándose a los antiguos métodos de estudio, como escribir con lápiz y papel, hacerlo en un computador te permitirá anotar de manera más rápida, volviendo atrás fácilmente, agregando frases nuevas, etc.

Éste es un ejemplo de los beneficios que las tecnologías pueden otorgarte, si estás dispuesto a aceptarlas.