El salto BASE es uno de los deportes extremos más peligrosos que se pueden practicar. Armados solo de un paracaídas, sus participantes se lanzan desde un lugar de altura -usualmente acantilados, torres o edificios- teniendo muy poco tiempo para reaccionar o evitar golpes contra las superficies que enfrentan.

De hecho, en salto BASE hay 43 veces más posibilidades de salir herido o muerto que practicando paracaidismo desde un avión.

Bien puede atestiguarlo Thayer Healy, un deportista estadounidense que gracias a una cámara en su casco, grabó su accidentado descenso desde un risco en la localidad de Moab, Utah, destaca el diario The Telegraph.

Healy terminó con una fractura vertebral, heridas en la espalda, muñeca y manos, puntos sobre el ojo y en su barbilla. Aún así se podría decir que la sacó barata, para una caída que fácilmente pudo costarle la vida.

http://youtu.be/MvsvA_4CF8Y