El Obispo de San Isidro, en la periferia norte de la ciudad de Buenos Aires, monseñor Jorge Ojea, pidió perdón y anunció una reparación a víctimas de pedofilia por parte de un sacerdote de su diócesis, en un hecho inédito en la historia de la Iglesia Católica en Argentina.

“La comunidad diocesana de San Isidro, y de un modo especial el Obispo y su presbiterio, piden públicamente perdón a los jóvenes que han sido afectados por estas conductas realizadas por un sacerdote de nuestra diócesis, el Padre José Mercau”, señaló este viernes la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA) en su página web.

Mercau, detenido desde hace siete años y cumpliendo una condena de 14 años por pedofilia, era párroco de la iglesia San Juan Bautista, de la diócesis de San Isidro, y estaba a cargo de un hogar que albergaba a niños de la calle.

El comunicado también señala la voluntad del obispado de resarcir a cuatro varones que presentaron la denuncia contra el sacerdote.

“Se ha llegado a un arreglo económico y el obispado venderá alguna de sus propiedades para concretar los resarcimientos”, sostuvo el padre Máximo Jurcinovic, vocero del obispo, al canal de noticias C5N.

Esta es la primera vez que la Iglesia voluntariamente asume la responsabilidad de efectuar una reparación económica, aunque este año la diócesis de Quilmes (periferia sur) fue condenada por la justicia a indemnizar a víctimas de abusos, pero aún no lo concretó.