La fecha escogida por La Haya para dar a conocer el fallo por diferendo entre Perú y Chile cae en medio de las vacaciones de verano en ambos países, en una época, además, de baja intensidad política.

En el caso de nuestro país, la sentencia se conocerá en plena transición entre el saliente gobierno del Presidente de derecha, Sebastián Piñera y quien gane en el balotaje de este domingo, que según todos los pronósticos sería la ex mandataria socialista Michelle Bachelet.

Para analistas, la antelación con la que la Corte ha notificado a los dos países sobre la fecha de la sentencia, permitiría rebajar la ansiedad entre ambas partes y preparar una mejor estrategia para enfrentarlo ante la opinión pública.

Según la Cancillería chilena, tradicionalmente, la Corte notificaba con escasos días la entrega de sus sentencias.

“Me llama la atención que la Corte con más de un mes de anticipación señale cuando va a leer el fallo”, dice a la AFP el politólogo de la Universidad de Chile, Guillermo Holzmann.

“En la práctica la Corte quiere sacarse presión de encima y dar certeza respecto de que el fallo efectivamente va a estar en una fecha, para que ambos países se preparen, y bajar la expectativa y las ansiedades que podrían haber en cada uno de los países”, agregó.

Con todo, los gobiernos de Sebastián Piñera y Ollanta Humala se han comprometido a acatar el fallo, aunque eventualmente deberían concordar la forma de implementarlo en caso de que plantee modificaciones a la actual delimitación.

“Lo que está acordado por los países es que el fallo se acepta, se acata, y lo que viene después es establecer la manera en que se va a implementar. Y es ahí donde probablemente va a tener un acuerdo una vez que se sepa el fallo”, aseguró Holzmann.

“Eso supone crear una comisión binacional para establecer los procesos de implementación con los cambios que haya que hacer”, concluyó.