El ejército sirio lanzó el viernes una ofensiva para expulsar a los rebeldes de la ciudad de Adra, situada en una de las principales carreteras que llevan a Damasco y escenario de combates desde hace tres días, informó la agencia oficial Sana.

“Nuestras fuerzas armadas comenzaron esta mañana una ofensiva de envergadura contra Adra, asaltando los emplazamientos de los terroristas tras haber delimitado la zona”, afirmó una fuente militar citada por Sana.

El ejército “está decidido a cortar la mano criminal del terrorismo”, añade la fuente.

El gobierno utiliza el término de “terroristas” para referirse a los rebeldes que intentan derrocarlo desde hace más de dos años y medio.

El miércoles, los combatientes islamistas atacaron comisarías, puestos del ejército y milicias prorrégimen en la zona industrial de Adra y desde entonces los dos bandos libran combates encarnizados.

Al menos 18 soldados murieron en los enfrentamientos, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Según la ONG, entre miércoles y jueves, por lo menos 15 civiles, en su mayoría alauitas, confesión a la que pertenece el presidente Bashar al Asad, murieron en un ataque rebelde en esta ciudad multiconfesional, donde viven alauitas, sunitas, drusos y cristianos.

Unos habitantes afirmaron a la AFP que 10 de los civiles muertos eran colaboradores del régimen.