Brasil, sede del Mundial 2014, trabaja en implementar medidas para contener la violencia en los estadios durante los torneos nacionales, entre ellas, la de quitar puntos a los clubes cuyos hinchas incurran en violencia, informó el jueves el gobierno.

En la última fecha del torneo nacional, durante un encuentro entre Atlético Paranaense y Vasco da Gama, un violento enfrentamiento entre barras culminó con cuatro heridos graves y el partido suspendido. Ante ello, la propia presidenta Dilma Rousseff demandó acciones.

En la reunión, organizada por los ministerios de Justicia y Deporte, se propuso adoptar en los torneos locales los niveles de seguridad similares a los que se aplicaron durante la Copa Confederaciones de junio y que se tendrán durante la Copa del Mundo 2014, que pasa por acciones coordinadas entre efectivos de seguridad pública y privada.

Entre las medidas concretas que serán adoptadas está la creación de un registro de hinchas violentos y establecer juzgados especiales para barristas en los propios estadios, además de comisarías destinadas a los mismos y policía especializada.

“Juzgados y delegaciones especiales ya existen en Rio de Janeiro (sudeste) y en Pernambuco (noreste), con experiencias exitosas. En Rio también tenemos policía entrenada para actuar en eventos deportivos. No estamos partiendo de cero”, dijo el ministro de Deportes, Aldo Rebelo.

En la reunión participaron también representantes del Poder Judicial y de la Confederación de Fútbol Brasileño (CBF), el Tribunal de Justicia Deportiva y el Comité Organizador Local (COL) de la Copa del Mundo.