La empresa minera multinacional Barrick Gold se encontraría en búsqueda de un socio chino para reactivar el proyecto Pascua-Lama, que involucra a Chile y Argentina y consiste en la explotación de una mina a cielo abierto donde se extraerían oro, plata y cobre, entre otros metales.

La información fue revelada por el portal El Inversor Online, el que constata que con esta estrategia la compañía pretendería robustecer su solvencia crediticia y económica ante la fuerte caída del precio de los metales y el complejo momento financiero que atraviesa toda la industria a nivel internacional.

Cabe recordar que el proyecto binacional fue paralizado a principios de abril de este año por la Corte de Apelaciones de Copiapó, luego de acoger la orden de no innovar interpuesta por diversas comunidades del valle del Huasco.

Barrick Gold ya habría comenzado el proceso designando a John Thorton como nuevo presidente de la compañía para el próximo año en reemplazo del líder histórico de la empresa, Peter Munk, según consigna el portal trasandino.

La elección de Thorton sería por su vasta experiencia en el desarrollo de negocios en el Oriente, ayudando, incluso, a uno de los grupos de banca de inversión y valores más grandes del mundo, Goldman Sachs International, a superar la crisis asiática de fines de los noventa.

Para el director del Observatorio de Conflictos Ambientales, OLCA, Lucio Cuenca, el anuncio de Barrick es una estrategia comunicacional para llamar la atención de los accionistas, más que concretar una alianza china que financie el proyecto.

En tanto, para el economista y presidente del Comité de Defensa del Cobre, Julián Alcayaga, la determinación de la minera tiene un carácter político para presionar a las naciones involucradas a continuar con Pascua Lama, ya que China es la principal potencia compradora de metales.

El medio argentino también sostiene que la minera se enfocará en las obras de remediación ambientales ordenadas por la justicia chilena.

Barrick Gold advirtió que retomar la construcción de la megaobra –donde ya se desembolsaron unos 5 mil 200 millones de dólares- dependerá de mejores condiciones económicas para el proyecto, tales como los costos futuros, el precio de los metales y menores conflictos en aspectos legales y requerimientos regulatorios en Chile.