El argentino Lanús se dio uno de los mayores gustos de su historia al levantar por primera vez la Copa Sudamericana con un holgado triunfo sobre el brasileño Ponte Preta por 2-0 (2-0), en el partido de vuelta de la final jugada la noche del miércoles en Lanús (periferia sur bonaerense).

El paraguayo Víctor Ayala (24) e Ismael Blanco (45+3) convirtieron los goles para el equipo del sur bonaerense, que se adueñó de la final con un marcador global de 3-1, ya que en el encuentro de ida, jugado la semana pasada, habían igualado 1-1 en Sao Paulo.

Para Lanús esta Copa Sudamericana es su segundo título en el plano internacional, que llegó 17 años después de levantar la extinta Copa Conmebol 1996, mientras que Ponte Preta se quedó con las ganas de obtener su primera copa fuera de casa.

Con la autoridad que mostró a lo largo de toda la competencia -apenas perdió un partido de los diez jugados, ante la Universidad de Chile-, Lanús se mostró como un equipo ambicioso, impetuoso, que buscó desde el primer minuto quedarse con el trofeo continental.

Apenas debió superar un sofocón en el arranque, cuando un tiro libre de Fellipe Bastos se fue al lado del poste derecho, pero pronto Lanús comenzaría a apoderarse del partido, y a rondar el área visitante.

Aun con cierto vértigo, el local empezó a generar llegadas que encendían las alarmas en el fondo brasileño. Primero, con un cabezazo apenas alto del ‘Tanque’ Santiago Silva, luego, con otro frentazo de Izquierdoz que pasó a centímetros del poste derecho, y un remate apenas desviado de Blanco.

Por decantación llegó la apertura, en una gran acción individual del guaraní Ayala, que recuperó una pelota en la mitad de la cancha e inició el contraataque, combinó con Blanco, que desbordó por la derecha y envió el centro al corazón del área para que el propio Ayala la empuje a la red.

En este contexto, Lanús extendía su dominio con un buen trabajo de Somoza y González en el mediocampo, más el despliegue de Benítez y Silva, en el ataque, y sobre todo, la claridad de Ayala para maniobrar en la transición desde el medio hacia el ataque.

Ante un Ponte Preta inofensivo, Lanús se encargó de sentenciar la llave con el segundo tanto, un impacto letal en el final de la primera parte, con un tiro de esquina que cabeceó Silva, el arquero Roberto dio rebote, y Blanco se mostró oportuno para anticiparse a la marca y mandar el balón a la red.

Quedaba todo un tiempo por delante, pero también en el sur bonaerense flotaba la impresión de que buena parte de la historia estaba escrita, porque Ponte Preta se había mostrado limitado, sin rasgos de ese equipo peligroso que había rescatado buenos resultados como visitante.

Al equipo brasileño le faltó capacidad de reacción, y también una cuota de rebeldía para tratar de cambiar el destino y el curso de un partido dominado por Lanús, que siempre impuso su juego intenso, de presión constante y de empuje para ahogar a un adversario que no generó acciones que pusieran en riesgo el festejo del ‘granate’.

Así, Lanús se encaminó de manera holgada a un título largamente festejado, que también marcó la primera coronación del ‘Mellizo’ Guillermo Barros Schelotto como entrenador, y la revancha para Santiago Silva, Leandro Somoza y Lautaro Acosta, tres jugadores que Boca dejó ir hace seis meses.

Con un estilo de juego ambicioso, Lanús se hizo justo campeón de la Copa Sudamericana, y mientras disfruta la alegría, también apunta a luchar por el título del Torneo Inicial local, en una última fecha que protagonizará el fin de semana próximo.

http://youtu.be/Kn2D_k0uPPI